La campaña de los Lakers de Los Ángeles en los playoffs, que ya se presentaba desafiante, se habría complicado aún más de conseguir una victoria en el quinto encuentro ante los Minnesota Timberwolves. Una reciente resonancia magnética realizada al final de la serie ha desvelado un esguince de grado 2 en el ligamento colateral medial (LCM) de la rodilla izquierda de la estrella del equipo, LeBron James.
Fuentes cercanas a la liga han confirmado que esta lesión, sufrida durante el último cuarto del quinto partido, requeriría un período de recuperación estimado entre tres y cinco semanas.
El incidente específico tuvo lugar a falta de 8 minutos y 39 segundos para el final del partido. El jugador de los Wolves, Donte DiVincenzo, fue sancionado con una falta ofensiva por una pantalla ilegal al colisionar con la rodilla izquierda de James. La jugada se originó mientras se lanzaba un pase hacia Julius Randle en el perímetro.

Tras el encontronazo, James tuvo que abandonar momentáneamente la cancha, visiblemente dolorido, para ser examinado por su entrenador personal de larga trayectoria, Mike Mancias. A pesar del revés, el jugador, con 40 años de edad, regresó al partido con 7 minutos y 23 segundos restantes en el reloj y terminó jugando el resto del encuentro, que culminó con una derrota por 103-96 ante los Wolves, sentenciando la eliminación de los Lakers.
Esta lesión habría puesto fin a una impresionante racha de James, quien ostenta el récord de partidos de playoffs disputados en la NBA, con 292, sin haberse perdido ninguno por motivos de lesión. De haberse disputado un sexto partido en Minneapolis, es prácticamente seguro que dicha racha se habría visto interrumpida. La noticia subraya la magnitud de la dificultad a la que se enfrentaron los Lakers, incluso antes de finalizar su recorrido en la postemporada.

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