Caballeros heridos se imponen a Pacers en decisivo tercer juego

La jornada del viernes trajo consigo un soplo de aire fresco para los Cleveland Cavaliers. Con el regreso de piezas clave que habían estado aquejadas por las lesiones, el equipo logró una contundente victoria por 126-104 sobre los Indiana Pacers, recortando así la distancia en la serie de semifinales de la Conferencia Este a 2-1. El resurgimiento del conjunto de Ohio fue palpable, demostrando la vitalidad que su alineación habitual aporta al juego.

Darius Garland, Evan Mobley y De’Andre Hunter, jugadores que se perdieron el segundo partido de la serie, volvieron a pisar la cancha y su impacto fue inmediato. A esto se sumó una actuación estelar de Donovan Mitchell, quien anotó 43 puntos, erigiéndose como el motor principal de la ofensiva de los Cavs. Mitchell no escatimó en elogios para sus compañeros tras el encuentro, subrayando el impulso anímico y deportivo que significó su regreso.

Garland y Mobley recuperaron su sitio en el quinteto inicial, con Garland sumando 10 puntos en 25 minutos y Mobley firmando un doble-doble con 18 puntos y 13 rebotes, además de destacables cifras defensivas (4 asistencias, 3 robos y 3 tapones). Por su parte, Hunter contribuyó con ocho puntos y cinco rebotes desde el banquillo. Las estadísticas reflejaron la importancia de tener a los cinco titulares juntos; en los 14 minutos que Garland, Mitchell, Strus, Mobley y Allen coincidieron en pista, los Cavaliers registraron un diferencial de +27.

El entrenador Kenny Atkinson reconoció que la presencia de estos jugadores transforma por completo al equipo, aunque confesó que la decisión sobre su participación en el partido se tomó apenas una hora antes del inicio. La situación de desventaja de 0-2 obligaba a ser resolutivos, a pesar de las molestias físicas. Atkinson destacó la «fortaleza» demostrada por los jugadores al competir a pesar de estar «golpeados y doloridos», calificando la situación como un «ahora o nunca».

La vuelta de Garland, quien jugó su primer partido desde el 23 de abril tras una lesión en el pie izquierdo, fue particularmente significativa. Garland admitió estar jugando aún con molestias, una circunstancia que, según Atkinson, requerirá un esfuerzo considerable para mantenerle listo para los próximos partidos. Mitchell, por su parte, manifestó su respeto por el esfuerzo de Garland, señalando que incluso un porcentaje limitado de su capacidad era valioso para el equipo. Al ser preguntado sobre qué le motivó a jugar, Garland fue directo: estar abajo 0-2 en la serie.

La capacidad de Garland para manejar el balón, aunque fuera de forma limitada, alivió la presión sobre Mitchell, permitiéndole ser más efectivo, especialmente en el último cuarto. Mitchell, con su segundo partido consecutivo superando los 40 puntos, fue objeto de elogios del entrenador Atkinson, quien describió su actuación como «magistral», destacando su control del juego, su toma de decisiones, su capacidad para pasar y su defensa.

El desempeño de Mitchell se vio complementado por la solidez de Mobley, el reciente ganador del premio al Mejor Jugador Defensivo del Año. Mobley reveló que antes del segundo partido no podía apoyar peso en su tobillo izquierdo, pero que su condición mejoró gradualmente en los días previos al tercer encuentro. «Quería jugar [el segundo partido], pero definitivamente no podía», afirmó Mobley. «Después de esa derrota, quería volver lo antes posible. Así que básicamente era día a día viendo cómo me sentía».

La defensa del equipo se vio reforzada no solo por Mobley y Max Strus, sino también por la presencia de Hunter tras recuperarse de una lesión en el pulgar derecho. Este esfuerzo defensivo conjunto logró limitar al jugador estrella de los Pacers, Tyrese Haliburton, a solo cuatro puntos con un porcentaje de tiro bajo (2 de 8), cinco asistencias y tres pérdidas de balón.

A pesar de la contundente victoria, Mitchell mantuvo la cautela, insistiendo en que aún no han logrado nada significativo. «Hemos ganado un partido. Tenemos que hacerlo de nuevo. Ese ha sido mi mensaje. No estamos celebrando, no estamos sonriendo. Vinimos aquí a ganar dos partidos, y ganamos uno», declaró. El jugador subrayó que el próximo partido será el más difícil de la serie y llamó a sus compañeros a mantener la concentración.