Redacción - El Semanal
El Intenso Viaje de Amanda Seyfried para Convertirse en Glinda en Wicked
Amanda Seyfried, nominada al Oscar por películas como Mamma Mia! y The Dropout, ha compartido recientemente los detalles de su agotadora preparación para el papel de Glinda en la adaptación cinematográfica de Wicked, un musical que ha generado expectación global. Aunque el papel finalmente lo interpretará Ariana Grande, el proceso de audición de Seyfried revela una dedicación extraordinaria.
No fue un camino fácil. La actriz pasó por seis audiciones a lo largo de varios años, compaginándolas con el rodaje de The Dropout, serie en la que encarnó a Elizabeth Holmes, un papel que le valió un Emmy. "Me presenté seis veces para Wicked porque todo tenía que ser perfecto", confesó en el podcast Backstage’s In the Envelope. "Apenas tenía tiempo, pero lo logré. Trabajé sin descanso durante años con esa música".
El Desafío Vocal
El personaje de Glinda exige un registro vocal cercano al soprano lírico, algo que Seyfried nunca había abordado antes. Para lograrlo, contrató a un coach vocal especializado en técnica operística. "Fue agotador, pero también increíble. Quería demostrarme a mí misma hasta dónde podía llegar", relató. A pesar de la presión, el proceso dejó huella: "Nunca me había sentido tan segura de mi voz como durante esas audiciones".
El momento cumbre llegó cuando cantó junto a Cynthia Erivo, quien interpretará a Elphaba en la película. Aquella experiencia, según Seyfried, marcó un punto álgido en su carrera, incluso sin conseguir el papel.
Un Legado que Perdura
Aunque Grande se llevó el rol, Seyfried no guarda rencor. "Todo pasa por una razón", afirmó con filosofía. Además, confesó que las canciones de Wicked siguen resonando en su vida cotidiana: su familia canta Defying Gravity en casa como un tributo personal al musical.
El caso de Seyfried ilustra la competitividad de Hollywood y la tenacidad que requieren proyectos de esta envergadura. Su historia no solo refleja el rigor de un proceso de selección, sino también el crecimiento artístico que puede surgir incluso cuando las puertas no se abren como se esperaba.
Mientras el mundo espera el estreno de Wicked, previsto para 2025, el testimonio de Seyfried añade una capa de humanidad a un reparto que promete brillar en la gran pantalla.
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