Las bolsas de paja siguen siendo irresistiblemente elegantes en la moda actual.

La bolsa de paja, un accesorio imprescindible para el verano

Con la llegada del verano, preparar nuestro armario para la temporada es fundamental. Entre los elementos esenciales para esta época del año, destaca la bolsa de paja, una pieza versátil y elegante que ha sido un complemento indispensable en la moda durante décadas. Elaborada a partir de materiales naturales como el bambú, el rafia, las hojas de palma, el seagrass o la paja natural, esta bolsa ha evolucionado desde antiguos estilos de cestería hasta convertirse en una declaración de moda contemporánea.

La historia de la bolsa de paja en la moda se remonta a la década de 1940, cuando alcanzó popularidad gracias a su comercialización con materiales naturales procedentes de lugares como Milán, Madagascar y Marruecos. En aquella época, la mayoría de estas bolsas fueron producidas por diseñadores menos conocidos, lo que dio lugar a diseños que complementaban perfectamente los conjuntos de ropa de verano. En 1949, una reseña destacaba su versatilidad al afirmar que eran «un buen compañero para todo tipo de tejidos de vestimenta».

En las décadas de 1960 y 1970, la bolsa de paja se consolidó como una declaración de estilo. En destinos emblemáticos como Acapulco y la Costa Azul, las nuevas bolsas de paja de gran tamaño y estilo tote se convirtieron en un elemento chic para el vestuario de vacaciones. La icónica Jane Birkin elevó el estatus de esta bolsa, que en realidad era una cesta, de práctica a imprescindible.

Aunque en la década de 1980 las bolsas de paja pasaron un poco de moda, en la de 1990 volvieron con fuerza gracias a diseñadores como Valentino Garavani, quien apostó por estilos más pequeños y pulidos que complementaban a la perfección looks urbanos y elegantes. Marcas como Donna Karan, Ralph Lauren, Fendi, Salvatore Ferragamo y Kate Spade también contribuyeron a su resurgimiento.

En la actualidad, la bolsa de paja de gran tamaño, junto con otras formas y estilos clásicos, sigue reflejando la elegancia desenfadada de épocas pasadas. Ya sea con mínimas ornamentaciones o en colores llamativos, el atractivo atemporal de las bolsas de paja perdura como una favorita estival perenne, práctica y a la moda por igual, siendo la acompañante ideal tanto para paseos por la ciudad como para estancias junto al mar.