Redacción - El Semanal
En una decisión esperada por muchos y que ha generado un profundo debate en el país, el comisario Iván Simonovis, uno de los líderes de la oposición venezolana en prisión, obtuvo este sábado la medida de casa por cárcel, debido a su estado de salud.
Simonovis ocupaba el cargo de secretario de seguridad de la alcaldía de Caracas en 2002, durante un breve golpe de Estado que sacó del poder al presidente Hugo Chávez por unas horas. En 2009, fue condenado junto a otros dos altos funcionarios policiales a 30 años de cárcel por diversas muertes ocurridas en abril de ese mismo año.
La oposición considera a Simonovis, junto a sus compañeros de prisión, como «presos políticos» del gobierno de Chávez, un término rechazado por las autoridades oficiales. En medio de esta polémica, la Defensora del Pueblo ha reiterado que en el país no se priva de libertad a las personas por sus opiniones políticas.
Mientras sus compañeros de prisión recibieron medidas humanitarias en 2011, Simonovis permaneció recluido en la prisión militar de Ramo Verde, en condiciones que han empeorado su salud de manera notable. Los médicos han advertido sobre las numerosas patologías crónicas que padece y que no pueden ser tratadas de manera efectiva en la cárcel.
La liberación de Simonovis se convirtió en una demanda imperante de la oposición, quien incluyó su salida de la prisión en la lista de condiciones para reanudar un diálogo con el gobierno, suspendido en meses anteriores. Su traslado a casa, bajo vigilancia de inteligencia, ha sido recibido con alivio por su familia y seguidores.
Sin embargo, se impuso una serie de restricciones al excomisario, quien no podrá expresar opiniones políticas ni dar declaraciones a medios de comunicación, ni hacer uso de redes sociales. Esta medida, que tiene un trasfondo político evidente, ha despertado controversia y reavivado el debate sobre el estado de los derechos humanos en Venezuela.
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