En Nova Scotia, algunos residentes y líderes municipales están expresando su preocupación por la falta de preparación para inundaciones, especialmente después de sufrir un segundo episodio de inundaciones mortales en solo dos años. Exigen que el gobierno provincial reconozca que el clima extremo es la nueva normalidad y tome medidas para garantizar la seguridad de la población.
En el condado de Kings, el concejal Dick Killam mencionó que el gobierno provincial negó financiamiento a su comunidad en dos ocasiones en los últimos cuatro años, lo que habría permitido realizar trabajos para fortalecer la capacidad de la localidad para resistir las intensas lluvias del pasado jueves.
El primer gerente del Centro Canadiense de Huracanes afirmó que es urgente que Nova Scotia desarrolle un sistema sólido de predicción, detección y alerta temprana para las inundaciones repentinas. Actualmente, la falta de infraestructura dificulta la emisión de advertencias anticipadas, lo que pone en riesgo a la población.
El fin del huracán Beryl causó intensas lluvias en partes de Nova Scotia, resultando en inundaciones en carreteras y viviendas en un amplio tramo desde Digby hasta Guysborough. Lamentablemente, una persona falleció al ser arrastrada por las aguas en Wolfville, a unos 95 kilómetros al noreste de Halifax.
La oficina de Manejo de Emergencias de la provincia emitió alertas de inundaciones repentinas en cuatro condados poco después del incidente, sin embargo, estas no incluyeron instrucciones específicas sobre refugio seguro.
El año pasado, cuatro personas perdieron la vida en inundaciones en el municipio vecino de West Hants debido a las intensas lluvias. Grabaciones de llamadas de radio de los bomberos de Kings County indicaron que los residentes ya reportaban inundaciones extremas unas horas antes del desastre.
Expertos señalan que un sistema avanzado de alerta hubiera permitido enviar advertencias a los teléfonos móviles de las personas antes de que ocurriera la tragedia, salvaguardando vidas y propiedades. Además, resaltan la importancia de la educación pública para informar a las comunidades sobre los riesgos de inundaciones repentinas.
Es fundamental que las provincias trabajen en estrecha colaboración con el gobierno federal para desarrollar programas de alerta y prevención de inundaciones de manera integral. La falta de coordinación y recursos adecuados puede resultar en respuestas tardías y consecuencias trágicas, como las vividas en Nova Scotia.
Las autoridades provinciales deben priorizar la implementación de medidas preventivas y la mejora de la infraestructura ante el cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos. La seguridad de los ciudadanos y la protección de sus comunidades deben ser una prioridad indiscutible.
El gobierno de Nova Scotia no ofreció comentarios a pesar de las solicitudes de información. Es crucial que se tomen acciones concretas y urgentes para evitar futuros desastres y proteger a la población de forma efectiva. La falta de planificación y preparación adecuadas puede tener consecuencias devastadoras que deben evitarse a toda costa.
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