Las autoridades de seguridad israelíes anunciaron el jueves la detención de un ciudadano israelí bajo sospecha de participar en un complot de asesinato respaldado por Irán, con el objetivo de atacar a figuras prominentes, incluido el primer ministro.
De acuerdo con un comunicado conjunto del Shin Bet y la policía israelí, se trata de un empresario con conexiones en Turquía que había asistido a al menos dos reuniones en Irán para discutir la posibilidad de asesinar al Primer Ministro Benjamin Netanyahu, al Ministro de Defensa Yoav Gallant o al jefe de la agencia de inteligencia Shin Bet.
El arresto tuvo lugar el mes pasado, y se produce en medio de una creciente tensión en la frontera de Israel con el sur del Líbano. Recientemente, el Shin Bet desmanteló un presunto complot de Hezbollah para asesinar a un ex alto funcionario de defensa, identificado posteriormente como el ex jefe del Estado Mayor del Ejército y ex Ministro de Defensa, Moshe Ya’alon.
El anuncio del arresto se produce después de que Hezbollah sufriera un ataque sofisticado que detonó equipos de comunicación de forma remota, con explosiones en radios portátiles que causaron la muerte de al menos 20 personas y dejaron más de 450 heridos. Israel no ha comentado directamente sobre estos ataques, pero múltiples fuentes de seguridad han indicado que el servicio de inteligencia Mossad de Israel podría estar detrás de ellos.
El Shin Bet destacó que este último arresto evidencia los esfuerzos de Irán por reclutar israelíes para obtener información y llevar a cabo misiones terroristas en Israel, incluso utilizando individuos con antecedentes criminales. Según la declaración del Shin Bet, el complot se remonta a abril de este año, cuando el ciudadano israelí acordó reunirse con un adinerado empresario residente en Irán con supuestos fines comerciales. Posteriormente, fue transportado ilegalmente a Irán desde el este de Turquía, donde se reunió con el empresario y otros individuos, incluido un oficial de seguridad iraní.
Durante la segunda visita a Irán en agosto, se le solicitó al ciudadano israelí que llevara a cabo ataques terroristas para Irán, incluyendo propuestas para asesinar a Netanyahu, Gallant, el jefe de Shin Bet, Ronen Bar, entre otras operaciones. A pesar de solicitar un pago de un millón de dólares estadounidenses, los funcionarios iraníes rechazaron la petición, aunque acordaron mantenerse en contacto y le entregaron 5,000 euros por participar en las reuniones.
Este incidente pone de manifiesto la complejidad de la situación geopolítica en la región y el constante enfrentamiento en el ámbito de la inteligencia que complementa el conflicto en la frontera de Israel. La amenaza de la violencia y la influencia de actores externos plantean desafíos significativos para la seguridad nacional.
En última instancia, la labor de las agencias de seguridad israelíes en la prevención de estos complotes demuestra la importancia de la vigilancia constante y la cooperación internacional para contrarrestar las amenazas a la estabilidad y la paz en la región.
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