En un hecho insólito durante los Juegos Olímpicos, la selección de fútbol de Argentina se vio envuelta en una polémica situación con Marruecos, que ha generado una fuerte reacción en el mundo del deporte. Tras un partido lleno de incidencias, donde se agregaron 15 minutos extra al tiempo reglamentario, una anotación argentina en los últimos segundos desencadenó la furia de los hinchas marroquíes, quienes invadieron el campo y lanzaron objetos, obligando a los jugadores a refugiarse en los camerinos.
A pesar de que inicialmente se pensaba que el partido había finalizado, el árbitro central decidió reanudar el juego tras más de una hora de suspensión, para revisar la jugada del gol en el VAR y determinar un eventual fuera de lugar. Tras la revisión, el gol que habría dado el empate a Argentina fue anulado, lo que llevó a jugar tres minutos adicionales. Finalmente, Marruecos se quedó con la victoria, dejando a la albiceleste con la amargura de la derrota.
La situación generada en este partido de los Juegos Olímpicos ha llevado al presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Claudio Tapia, a emitir un comunicado en el que anuncia que elevará una queja ante la Comisión Disciplinaria de la FIFA. En el comunicado, Tapia expresó su rechazo a la decisión de reanudar el partido luego de la invasión de campo por parte de los espectadores marroquíes y la violencia sufrida por la delegación argentina. Asimismo, criticó el hecho de no haber tenido en cuenta la opinión de los capitanes de ambos equipos, quienes consideraban que el juego no debía continuar.
La Asociación del Fútbol Argentino ha tomado medidas al respecto, elevando el reclamo a la Comisión Disciplinaria de la FIFA para que se tomen las medidas reglamentarias correspondientes y se impongan sanciones a quienes resulten responsables de lo sucedido. Esta situación sin precedentes ha despertado la indignación en el ámbito deportivo y ha puesto en tela de juicio la actuación de las autoridades en casos de este tipo.
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