Se ha avistado en Europa el avión espacial chino Shenlong, una nave secreta que ha generado gran interés en la comunidad internacional. El reconocido astrónomo aficionado Felix Schöfbänker logró capturar imágenes de esta nave utilizando un telescopio modificado desde Austria, mostrando detalles intrigantes sobre su estructura y funcionamiento.
Shenlong, que significa «Shenlong» en chino, es una nave espacial no tripulada diseñada por China para llevar a cabo misiones orbitales a largo plazo, de forma similar al avión espacial estadounidense USAF X-37B. Cada misión de Shenlong está envuelta en misterio, lo que ha generado especulaciones sobre su verdadero propósito y las capacidades que posee para actividades autónomas en el espacio.
Detalles revelados por Lars Schöfbänker sobre el avión espacial chino Shenlong han destacado la presencia de dos estructuras en su parte trasera, que podrían ser paneles solares o antenas, sugiriendo así que la nave cuenta con capacidades autónomas significativas. Este hallazgo ha despertado el interés de analistas occidentales, quienes están atentos a la verdadera naturaleza de las misiones de Shenlong.
Se ha especulado que Shenlong podría estar involucrado en actividades de espionaje o en la neutralización de satélites enemigos en caso de conflicto, lo cual ha generado preocupación en la comunidad internacional. La proximidad del avión espacial chino a otros objetos en órbita y sus maniobras complejas han despertado sospechas sobre posibles pruebas de tecnología de inspección o captura de satélites.
La tercera misión de Shenlong está programada para ser lanzada en diciembre de 2023 a bordo del cohete Long March 2F, manteniendo en secreto su verdadero propósito y las actividades que llevará a cabo en el espacio. Se estima que el avión tiene una longitud de aproximadamente 10 metros, lo que lo haría ligeramente más grande que su contraparte estadounidense, el X-37B, aunque todos los aspectos relacionados con Shenlong continúan generando incertidumbre e interpretaciones diversas.
El avistamiento de Shenlong ha reavivado la intensificación de la Guerra Fría en el espacio entre China y Estados Unidos, convirtiendo una vez más al espacio en un campo de batalla tecnológico y defensa nacional para las dos potencias. Esta situación refleja la importancia estratégica que el espacio ha adquirido en la actualidad, siendo un escenario crucial para la competencia y la seguridad entre las grandes potencias mundiales.
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