Redacción - El Semanal
La industria automotriz europea se encuentra en una situación crítica a medida que las empresas francesas y alemanas luchan por mantener su rentabilidad en medio de la competencia creciente de los vehículos eléctricos chinos y la desaceleración de la economía en China. Stellantis, Volkswagen, BMW y Mercedes, que forman un conglomerado de 15 marcas que incluyen Citroen, Peugeot, Jeep, Fiat y Peugeot, han emitido advertencias de beneficios en las últimas semanas, reflejando la presión que enfrentan.
La Unión Europea ha aprobado de manera definitiva aranceles adicionales significativos sobre los vehículos eléctricos fabricados en China, con el objetivo de proteger la industria automotriz europea. Sin embargo, esta medida ha generado divisiones, ya que tanto el gobierno alemán como los principales fabricantes de automóviles del país temen las posibles repercusiones negativas que esta decisión podría tener.
La industria automovilística europea se enfrenta a un «peligro grave», según Luc Chatel, presidente del grupo comercial francés de la industria automotriz PFA. A pesar de un ligero incremento del 1.4% en las matriculaciones de vehículos nuevos en los primeros ocho meses del año, la demanda sigue siendo baja desde el inicio de la pandemia de Covid en 2020.
Las ventas de vehículos eléctricos han disminuido, a pesar de la presión por cumplir con los objetivos de emisiones de la UE. Las cifras muestran que, hasta ahora, solo representan el 12.6% de las ventas totales de automóviles en Europa, lo que refleja una caída con respecto al 13.9% en el mismo periodo del año anterior.
La incertidumbre sobre los objetivos de emisiones más estrictos que entrarán en vigor el próximo año ha llevado a la Asociación de Fabricantes de Automóviles Europeos (ACEA) a solicitar medidas urgentes a la UE. Mientras tanto, Volkswagen ha anunciado la posibilidad de cerrar fábricas en Alemania por primera vez en su historia, en medio de altos costos, competencia china y demanda débil de vehículos eléctricos.
La competencia china no es el único desafío para algunas compañías europeas, ya que se enfrentan a dificultades para mantener sus márgenes de ganancia en un contexto de condiciones adversas en el mercado. A pesar de estas dificultades, se espera que los vehículos eléctricos de batería alcancen una cuota de mercado del 20 al 24 por ciento en Europa el próximo año, con la llegada de modelos eléctricos más asequibles.
A pesar de los obstáculos actuales, se prevé un panorama más positivo para la industria automotriz europea en 2025, con un aumento en la cuota de mercado de los vehículos eléctricos y la introducción de nuevos modelos en el mercado.
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