ChatGPT podría convertirse en el nuevo alcalde de una ciudad estadounidense

En un mundo donde la percepción hacia la clase política es cada vez más negativa debido a la corrupción y la falta de transparencia, surgen nuevas propuestas que buscan cambiar la forma en que se ejerce el poder y se toman decisiones. En la capital de Wyoming, Cheyenne, Estados Unidos, un candidato muy particular ha llamado la atención de todos: VIC, un chatbot impulsado por inteligencia artificial que se postula para alcalde.

VIC, cuyo nombre completo es Ciudadano Integrado Virtual, ha sido creado por Victor Miller, y su coeficiente intelectual se sitúa en un impresionante 155. Si VIC resulta elegido, Miller actuará como su asistente humano, proporcionándole información relevante sobre la ciudad para que pueda tomar decisiones basadas en datos reales. Además, VIC tiene la capacidad de recopilar las opiniones y preocupaciones de los ciudadanos, brindando así una plataforma para que todos sean escuchados.

Aunque la idea de tener a un chatbot como alcalde puede sonar descabellada para algunos, la propuesta ha generado controversia en Cheyenne. Mientras que algunos miembros del gobierno han mostrado su apoyo a VIC, otros como el Secretario de Estado Chuck Gray han denunciado la candidatura como ilegal. De hecho, la empresa OpenAI, responsable de la creación del chatbot, llegó a bloquear la cuenta de VIC, lo que llevó a Miller a crear una nueva y continuar con su campaña.

Esta no es la primera vez que la inteligencia artificial incursiona en la política, ya que anteriormente un candidato impulsado por IA intentó postularse para el parlamento de Brighton, Inglaterra, sin éxito. A pesar de las dudas y críticas, VIC sigue adelante con su campaña, aunque hasta el momento solo cuenta con 165 seguidores en Twitter.

La introducción de VIC en la arena política plantea interrogantes sobre el papel de la inteligencia artificial en la toma de decisiones públicas. Si bien la tecnología puede aportar eficiencia y objetividad, también plantea desafíos éticos y prácticos en cuanto a la representación democrática y la participación ciudadana. La experiencia con VIC en Cheyenne será un caso de estudio interesante que podría sentar un precedente para futuras incursiones de la IA en la política a nivel mundial.

En un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, la llegada de un candidato como VIC plantea nuevas reflexiones sobre el futuro de la democracia y el gobierno. ¿Estamos listos para dejar decisiones tan importantes en manos de una inteligencia artificial? Solo el tiempo dirá si VIC logra romper barreras y cambiar la forma en que entendemos la política.