La tensión en Ucrania continúa en aumento con la posible incorporación de tropas de Corea del Norte por parte de Rusia en el conflicto, según afirmó el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy el viernes.
Las autoridades occidentales han advertido que esta medida podría aumentar la duración de la guerra de casi tres años y tener consecuencias geopolíticas que se extiendan hasta la región del Indo-Pacífico.
Según Zelenskyy, la inteligencia ucraniana ha determinado que «los primeros militares norcoreanos serán utilizados por Rusia en zonas de combate» entre el domingo y el lunes.
Esta decisión ha sido calificada como un movimiento de escalada obvio por parte de Rusia, aunque no se han proporcionado más detalles sobre dónde podrían ser desplegados estos soldados norcoreanos.
Rusia ha estado llevando a cabo una intensa campaña de verano a lo largo del frente este en Ucrania, obligando gradualmente a Kyiv a ceder terreno. Sin embargo, ha tenido dificultades para expulsar a las fuerzas ucranianas de su región fronteriza de Kursk tras una incursión hace casi tres meses.
El despliegue de fuerzas norcoreanas en virtud de un pacto militar entre Moscú y Pyongyang añade una nueva dimensión al conflicto, que es la guerra más grande de Europa desde la Segunda Guerra Mundial y ha cobrado decenas de miles de vidas en ambos bandos, incluidos muchos civiles.
Estados Unidos afirmó el miércoles que 3.000 tropas norcoreanas han sido desplegadas en Rusia y se están entrenando en varios lugares, calificando la medida como muy seria.
Zelenskyy declaró hace una semana que su gobierno tiene información de inteligencia que indica que 10.000 tropas de Corea del Norte están siendo preparadas para unirse a las fuerzas rusas que luchan contra su país. Aseguró que la intervención de una tercera nación en el conflicto convertiría la situación en una «guerra mundial».
Corea del Norte ya estaba suministrando municiones a Rusia en virtud de un pacto de defensa, pero enviar tropas al terreno podría complicar una guerra que ha dividido la política internacional, con la mayoría de los países occidentales apoyando a Kyiv.
Mientras tanto, el presidente ruso Vladimir Putin ha buscado apoyo entre los países del BRICS.
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