Un aficionado a la búsqueda de fósiles, Eddie Templeton, ha hecho un descubrimiento sorprendente en las orillas de un arroyo en el Condado de Madison, Mississippi. Mientras exploraba el agua a una profundidad de alrededor de 1 metro, Templeton se topó con un gigantesco colmillo parcialmente expuesto en la orilla embarrada. A pesar de las condiciones menos que ideales para la caza de fósiles, Templeton no esperaba encontrar nada relevante ese día, pero al descubrir un colmillo de 2.1 metros completamente intacto, su percepción cambió por completo.
El experto en paleontología George Phillips confirmó que el colmillo pertenecía a un mamut colombino, pariente lejano del mamut lanudo, que habitó durante el final del Pleistoceno, lo que hace que el fósil tenga una antigüedad que oscila entre los 11.700 y 75.000 años. Este descubrimiento es particularmente emocionante ya que anteriormente solo se habían encontrado dientes aislados de mamuts colombinos en Mississippi, convirtiéndolo en un hallazgo único en la región y brindando una «ventana rara» a los gigantes mamíferos de la era del hielo que alguna vez poblaron el área.
El mamut colombino, que podía llegar a pesar más de 10 toneladas y medir más de 4 metros de altura, se alimentaba principalmente de pastos que se encontraban en biomas de pastizales, los cuales eran escasos en la Costa Este de los Estados Unidos durante ese período. Esto explica por qué sus fósiles son mucho más difíciles de encontrar en la zona en comparación con los de otros mamíferos de la época, como el mastodonte.
Durante la excavación del fósil, Templeton inicialmente creyó que se trataba de un colmillo de mastodonte debido a hallazgos previos de esa especie. Sin embargo, con la ayuda de expertos locales en geología y museo, se dio cuenta de que la curvatura característica del colmillo revelaba su verdadero origen mamut. A diferencia de los mastodontes cuyos colmillos no se curvan tanto, los colmillos de los mamuts colombinos pueden casi formar un círculo completo, lo que los distingue claramente.
El colmillo, que pesa 272 kilogramos y fue protegido con yeso durante la extracción, está siendo cuidadosamente monitoreado en el museo para su secado y posterior tratamiento de preservación. Los científicos tendrán que reensamblar el frágil fósil, el cual se fracturó en dos piezas durante el transporte. Phillips espera que el colmillo esté listo para exhibirse durante el evento anual de la Feria de Fósiles del museo en la primera semana de marzo del próximo año, ofreciendo a los visitantes la oportunidad única de contemplar una pieza importante de la historia natural de la región.
Este hallazgo no solo representa un hito en la paleontología local, sino que también despierta el interés por el pasado y la fascinación por las megafaunas que poblaron la región durante la última era de hielo. El descubrimiento de Templeton abre una ventana al pasado y nos regala una pieza única de la historia de la vida en la tierra.
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