Descubren yate hundido con información sensible en cajas fuertes estancas

Especialistas en buceo que están inspeccionando los restos del superyate de 40 millones de dólares que se hundió frente a Sicilia en agosto, causando la muerte de siete personas, incluido el magnate tecnológico británico Mike Lynch, han solicitado un refuerzo en la seguridad para proteger la embarcación, debido a preocupaciones de que datos sensibles almacenados en sus cajas fuertes puedan interesar a gobiernos extranjeros, informaron múltiples fuentes a medios de comunicación.

Fiscales italianos que han iniciado una investigación penal por múltiples cargos de homicidio involuntario y naufragio por negligencia creen que el yate de 56 metros, denominado Bayesian, podría contener datos altamente sensibles relacionados con varios servicios de inteligencia occidentales, según cuatro fuentes familiarizadas con la investigación y la operación de rescate.

Lynch estaba asociado con servicios de inteligencia británicos, americanos y de otros países a través de sus diversas empresas, incluida la empresa de ciberseguridad que fundó, Darktrace. Esta compañía fue vendida a la firma de capital privado con sede en Chicago, Thoma Bravo, en abril. Lynch, cuya esposa es propietaria de la embarcación a través de su empresa Revtom Limited, también fue asesor de los primeros ministros británicos David Cameron y Theresa May en temas de ciencia, tecnología y ciberseguridad durante sus mandatos, según registros gubernamentales británicos y de Darktrace.

Se cree que el yate hundido, reposando en el lecho marino a unos 50 metros de profundidad, posee cajas fuertes herméticas que contienen dos discos duros superencriptados con información altamente clasificada, incluidos códigos de acceso y otros datos sensibles, según un funcionario involucrado en los planes de salvamento, quien prefirió no ser identificado, indicó a medios de comunicación. Buzos especializados con cámaras remotas han explorado exhaustivamente la embarcación.

Inicialmente, las autoridades locales temían que ladrones intentaran llegar a los restos en busca de joyas costosas y otros objetos de valor que aún permanecían a bordo del yate, según buceadores de la Brigada de Bomberos que hablaron con medios de comunicación. Ahora, están preocupados de que los restos, que se espera sean recuperados en las próximas semanas como parte de la investigación penal sobre la tragedia, también sean de interés para gobiernos extranjeros, incluidos Rusia y China. Por ello, han solicitado que el yate sea vigilado de cerca, tanto por encima como bajo el agua.

Un funcionario de la autoridad civil de protección siciliana que ayuda en la investigación penal confirmó que «se ha aceptado e implementado una solicitud formal para garantizar una seguridad adicional de los restos hasta que puedan ser izados».

Lynch, su hija Hannah de 18 años, el abogado estadounidense Chris Morvillo y su esposa Neda, el banquero británico Jonathan Bloomer y su esposa Judy, y el chef a bordo del yate, Recaldo Thomas, fallecieron cuando el barco se hundió en una tormenta violenta en las primeras horas de la mañana.

Resultados preliminares de las autopsias sugieren que las parejas Bloomer y Morvillo murieron por asfixia o «ahogamiento seco» cuando se agotó el oxígeno en una burbuja de aire en una cabina donde dormían. Los resultados de las autopsias de Lynch y su hija fueron menos claros. El chef, cuyo cuerpo fue encontrado fuera de la embarcación, falleció por ahogamiento, según el forense.

Los informes toxicológicos de los fallecidos aún no se han publicado, pero ninguno presentaba lesiones físicas cuando el barco se hundió. La esposa de Lynch, Angela Bacares, y otras 14 personas sobrevivieron, incluido el capitán James Cutfield, quien, junto con un marinero y el encargado de la sala de máquinas del yate, está bajo investigación por homicidio múltiple y causar un naufragio por negligencia. Todos ellos han sido autorizados a abandonar Italia.

Algunos de los 15 supervivientes, nueve de los cuales eran miembros de la tripulación y seis pasajeros, incluida una niña de un año, según informaron a los fiscales que Lynch «no confiaba en los servicios en la nube» y siempre guardaba discos duros en un compartimento seguro del yate dondequiera que navegara, según una fuente de la fiscalía. Ninguno de los tripulantes o pasajeros sobrevivientes fue sometido a pruebas de drogas o alcohol porque estaban en un «estado de shock», indicaron las autoridades durante una conferencia de prensa después de la recuperación de los cuerpos.

Morvillo representó a Lynch cuando fue absuelto en un caso de fraude penal en Estados Unidos en junio relacionado con la adquisición de su empresa de software Autonomy por parte de Hewlett Packard, y los supervivientes informaron a los investigadores que el crucero era una celebración de esa absolución, según el fiscal adjunto, Raffaele Cammarano. Aunque Lynch fue absuelto de cualquier conducta delictiva en Estados Unidos, Hewlett Packard ha indicado que no renunciará a su intento de recuperar un pago civil de 4 mil millones de dólares del patrimonio de Lynch, otorgado por un tribunal británico en 2022.

En lo que parece ser una trágica coincidencia, el socio comercial de Lynch, Stephen Chamberlain, quien fue su coacusado en el caso de fraude en Estados Unidos y exdirector de operaciones de Darktrace, falleció el 19 de agosto, el mismo día en que se hundió el Bayesian, después de ser atropellado por un automóvil mientras corría dos días antes. Un portavoz de la fiscalía informó a medios de comunicación que Cutfield les dijo que Lynch se había enterado de la grave condición de Chamberlain y había planeado acortar el crucero para regresar al Reino Unido y ver a su socio comercial, que estaba en soporte vital.

El Bayesian se hundió unas horas antes de que Chamberlain muriera en el hospital, dijo su abogado. Lynch no habría sabido de la muerte de su compañero y Chamberlain estaba en coma, por lo que no habría sabido del naufragio, indicó el abogado de Chamberlain.

El fiscal local Ambrogio Cartosio afirmó que no se han recuperado efectos personales, como computadoras, joyas o discos duros de Lynch, de la embarcación. Sin embargo, los discos duros a bordo y las cámaras de vigilancia vinculadas al sistema de navegación del yate han sido llevados a los investigadores para determinar si hay algún dato utilizable que pueda indicar cómo se hundió el yate en 16 minutos tras la llegada de la tormenta. La embarcación no contaba con una caja negra tradicional o un registrador de datos de viaje para grabar datos de navegación o audio en el puente.

Tras completar los estudios de los restos esta semana, los buzos harán recomendaciones sobre cómo sacar lo mejor posible el barco de 473 toneladas sin derramar ninguno de los 18.000 litros de aceite y combustible que aún están a bordo, y cómo asegurarse de que datos sensibles no caigan en manos equivocadas. Los costos de reflotar el barco recaerán en su propietaria, la viuda de Lynch, según lo dispone la ley marítima italiana.