Descubrimientos reveladores sobre el Santo Sudario hechos por investigador italiano

Un investigador italiano descubre nuevos hallazgos sobre la Sábana Santa de Turín

Investigaciones recientes han revelado evidencia que podría fortalecer el caso de la autenticidad de la famosa Sábana Santa de Turín, en medio de teorías contradictorias que sugieren que la tela de lino es una falsificación medieval. Muchos cristianos creen que este famoso relicario fue la prenda de entierro de Jesús. Una reevaluación de muestras de sangre de la tela de lino muestra evidencia que es «consistente con los tormentos de Jesucristo», según la investigación realizada por Giulio Fanti, ingeniero y profesor del departamento de ingeniería industrial de la Universidad de Padua en Italia. Estos hallazgos fueron publicados en la revista Archives of Hematology Case Reports and Reviews el 19 de julio. Las evidencias sugieren las diferentes condiciones físicas de Jesús durante su última hora en la cruz, escribió Fanti. «Jesús fue severamente azotado, especialmente en los riñones, clavado en la cruz, murió, y su cuerpo fue colocado en el sepulcro en Jerusalén y envuelto en la SST (Sábana Santa de Turín)». Un estudio encontró material terroso mezclado con partículas de sangre en la Sábana Santa de Turín.

La sangre descubierta en la prenda mostró signos de un alto nivel de urea, una substancia creada cuando la proteína se descompone en el hígado, lo que sugiere un mal funcionamiento de los riñones y el hígado como resultado de la intensa flagelación en la zona cercana a los riñones. Como resultado, la persona que fue envuelta en la sábana, creída por Fanti que es Jesús, sufrió de anemia microcítica, lo que dificultó la respiración y provocó un ataque al corazón como la causa principal de la muerte. En varias áreas de la sábana se detectó creatinina, un desecho químico de la desintegración de proteínas y músculos. La presencia abundante de creatinina junto con ferritina, una proteína sanguínea con hierro, en la tela «confirma a nivel microscópico la tortura muy intensa sufrida por Jesús», según el estudio. También se encontró fibrina, una sustancia que produce coágulos sanguíneos, en algunas de las fibras de la sábana.

Según el estudio, se encontró material terroso típico de Jerusalén, como arcilla y caliza, mezclado con las partículas de sangre. Fanti también atribuyó la presencia de antiguos pigmentos de ocre rojo y bermellón probablemente a «contaminación por contacto con copias pintadas» de la sábana. El descubrimiento del material terroso también respalda la hipótesis de que el cuerpo de Jesús no fue completamente lavado después de su muerte, según el estudio. La Sábana de Turín parece mostrar dos imágenes de un hombre de cinco pies y siete pulgadas, creído por muchos como Jesucristo crucificado, según los investigadores. Algunos creen que las imágenes del frente y la espalda fueron misteriosamente impresas cuando el cuerpo fue envuelto con la tela de lino, que mide 4,3 metros de largo y 1,1 metros de ancho. Ha sido resguardada en la catedral de San Giovanni Battista en Turín, Italia, desde 1578, según Britannica. Desde la década de 1970, las pruebas para descubrir los orígenes de las imágenes han sido inconclusas. Además, había dudas sobre la metodología de los investigadores para datar los orígenes de la tela entre 1260 y 1390.

Otra investigación realizada por el Instituto de Cristalografía en 2022 sugiere que la tela tiene en realidad 2.000 años de antigüedad, remontándose a la época de Jesús.