Tensión en Londres: Más de 20 detenidos en protesta por Palestina tras prohibición del grupo activista
La Plaza del Parlamento en Londres se convirtió este martes en el epicentro de una jornada de tensiones, luego de que más de 20 personas fueran arrestadas durante una manifestación en apoyo a Palestina Action, una organización recién prohibida por el gobierno británico bajo leyes antiterroristas. La medida, que entró en vigor apenas horas antes, busca ilegalizar las actividades del grupo, acusado de promover tácticas disruptivas en su campaña contra empresas vinculadas a Israel.
Los manifestantes, muchos con banderas palestinas y pancartas en rechazo a la decisión gubernamental, fueron interceptados por un fuerte dispositivo policial. Según fuentes cercanas a las autoridades, los arrestos se debieron a cargos por alteración del orden público y resistencia a la autoridad. La escena, capturada en fotografías y vídeos que circulan en redes sociales, muestra enfrentamientos esporádicos entre los agentes y algunos participantes, aunque la protesta fue calificada como mayoritariamente pacífica por testigos presenciales.

Este movimiento llega en un contexto de creciente polarización en el Reino Unido respecto al conflicto israelí-palestino. La prohibición de Palestina Action, justificada oficialmente por su supuesta incitación a la violencia, ha sido denunciada por organizaciones de derechos humanos como un intento de silenciar la disidencia. "No estamos cometiendo actos terroristas, estamos exigiendo justicia", declaró un portavoz anónimo del colectivo en declaraciones recogidas por medios locales.
La medida ha reabierto el debate sobre los límites entre la seguridad nacional y la libertad de expresión. Mientras el gobierno insiste en proteger a la población de posibles radicalizaciones, críticos argumentan que la decisión podría sentar un precedente peligroso para otros movimientos sociales. Analistas políticos señalan que la escalada de tensiones refleja la dificultad de equilibar ambas posturas en un clima internacional ya de por sí inflamado.
Por ahora, las calles de Londres siguen siendo un termómetro de la controversia. Mientras algunos ciudadanos defienden la acción gubernamental como necesaria, otros temen que el mensaje central —la denuncia de la situación en Gaza— quede enterrado bajo polémicas legales. Lo que queda claro es que el tema seguirá generando divisiones, tanto en el ámbito político como en la opinión pública.

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