Redacción - El Semanal
En medio de la campaña electoral en Estados Unidos, el ex presidente Donald Trump se prepara para lo que probablemente sea su único debate frente a la actual vicepresidenta Kamala Harris. En un mitin al aire libre en el aeropuerto Central de Wisconsin, Trump se sumergió en sus habituales quejas sobre las acusaciones en su contra y la situación en la frontera, en un intento por movilizar a sus seguidores en Wisconsin, un estado crucial en las elecciones presidenciales.
Durante su discurso, Trump acusó al Departamento de Justicia de Harris y Biden de intentar encarcelarlo por exponer su corrupción, algo que no ha sido respaldado por evidencia alguna. A pesar de sus problemas legales, Trump ha optado por no prepararse para el debate, prefiriendo celebrar mítines y eventos para conectar con sus seguidores.
Por su parte, Kamala Harris se ha mantenido enfocada en su preparación para el debate en un hotel histórico en Pittsburgh. Harris ha acordado participar en un solo debate, el cual será emitido por ABC. Mientras tanto, Trump ha reafirmado su promesa de «limpiar el pantano» y crear una Comisión de Eficiencia Gubernamental encabezada por Elon Musk para auditar el gobierno federal en busca de derrochar recursos.
Además, Trump ha prometido revisar rápidamente los casos de presos políticos que él considera han sido injustamente tratados por el régimen de Harris. En un intento por atraer el apoyo de los votantes, Trump ha criticado a la administración y ha asegurado que, de ser reelegido, su gobierno se enfocará en combatir a grupos criminales y terroristas, en lugar de perseguir a los republicanos.
La contienda electoral en Wisconsin se ha vuelto cada vez más reñida, con encuestas que muestran a Harris y Trump en una competencia cerrada en un estado que ha sido decisivo en elecciones anteriores. Tanto Trump como Harris han intensificado su presencia en el estado en un esfuerzo por ganar el favor de los votantes.
En medio de la tensión política, Harris ha destacado su mensaje de unidad y ha recibido el respaldo de prominentes republicanos como Dick Cheney y Liz Cheney. Por otro lado, Trump ha continuado con su retórica agresiva y sombría, advirtiendo sobre un futuro sombrío si Harris llega al poder, mientras critica las políticas migratorias demócratas.
Con la fecha del debate cada vez más cerca, la expectativa y la emoción por ver el encuentro entre Trump y Harris son palpables. Ambos candidatos están decididos a dar lo mejor de sí en este enfrentamiento crucial que podría influir en el rumbo de las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
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