El presunto cerebro del 9/11 acepta su culpabilidad ante la justicia.

El presunto cerebro del ataque del 11 de septiembre, Khalid Sheikh Mohammed, se ha declarado culpable según el Departamento de Defensa de Estados Unidos. Este acuerdo señala una resolución largamente esperada en un ataque que causó la muerte de miles de personas y cambió el rumbo de Estados Unidos y gran parte del Medio Oriente.

Junto a Mohammed, se espera que dos cómplices, Walid Bin Attash y Mustafa al-Hawsawi, también se declaren culpables ante la comisión militar en la Bahía de Guantánamo, en Cuba, posiblemente la próxima semana.

Abogados de la defensa han solicitado que los hombres reciban cadena perpetua a cambio de sus declaraciones de culpabilidad, según cartas del gobierno federal recibidas por familiares de algunas de las casi 3,000 personas que murieron en el ataque del 11 de septiembre.

Terry Strada, presidenta de un grupo de familias de las víctimas directas del 9/11, recordó a los familiares fallecidos mientras esperaban justicia por los asesinatos al enterarse del acuerdo de culpabilidad. «Fueron cobardes cuando planearon el ataque», afirmó sobre los acusados. «Y siguen siendo cobardes hoy».

Funcionarios del Pentágono no revelaron de inmediato los términos completos de los acuerdos de culpabilidad.

Este acuerdo entre Estados Unidos y los acusados llega más de 16 años después de que comenzara su procesamiento por el ataque de al Qaeda. Se produce más de 20 años después de que militantes secuestraran cuatro aviones comerciales para estrellarlos contra el World Trade Center en Nueva York y el Pentágono.

El ataque provocó lo que la administración del presidente George W. Bush denominó como su guerra contra el terrorismo, llevando a las invasiones militares de Estados Unidos en Afganistán e Irak y años de operaciones militares contra grupos extremistas armados en el Medio Oriente.

Además, inspiró la Primavera Árabe en 2011, levantamientos populares contra gobiernos autoritarios en el Medio Oriente.

En casa, los ataques generaron un giro notablemente más militarista y nacionalista en la sociedad y cultura estadounidenses.

Las autoridades estadounidenses señalan a Mohammed como la fuente de la idea de usar aviones como armas, con la aprobación de Osama bin Laden, líder de al Qaeda, a quien las fuerzas estadounidenses mataron en 2011, para llevar a cabo los secuestros y asesinatos del 9/11.

Mohammed fue capturado en 2003 y sometido a simulacros de ahogamiento (waterboarding) 183 veces bajo custodia de la CIA antes de ser trasladado a Guantánamo, además de ser objetivo de otras formas de tortura y cuestionamientos coercitivos.

El uso de tortura ha sido un obstáculo importante en los esfuerzos de Estados Unidos para llevar a juicio a los acusados en la comisión militar en Guantánamo, debido a la inadmisibilidad de pruebas vinculadas al abuso. La cuestión de la tortura ha sido una de las principales causas de retraso en el proceso, junto con la ubicación del tribunal a un vuelo de distancia de Estados Unidos.

Daphne Eviatar, directora de Amnistía Internacional USA, expresó su bienvenida a la noticia de cierta rendición de cuentas en los ataques. Instó a la administración de Biden a cerrar el centro de detención de Guantánamo, que mantiene a personas capturadas durante la llamada guerra contra el terrorismo. Muchos de ellos han sido exonerados, pero aún esperan la aprobación para abandonar el país.

Además, Eviatar destacó: «La administración de Biden también debe tomar todas las medidas necesarias para garantizar que nunca más se perpetre un programa de desapariciones forzadas, tortura y otros malos tratos con aprobación del estado por parte de Estados Unidos».