La sequía provoca que el río Paraguay caiga a niveles históricamente bajos
En un escenario preocupante, la poderosa sequía en la selva amazónica ha llevado a los niveles más bajos de agua en el río Paraguay en más de un siglo, lo que interrumpe el comercio en esta importante vía fluvial, crea peligros para el transporte local y envía una advertencia sombría a otras partes del mundo.
El Departamento de Meteorología e Hidrología de Paraguay informó que los niveles de agua en el río, que es vital para la economía regional, cayeron 89 centímetros por debajo del estándar del metro en el puerto de Asunción, la capital, marcando el punto más bajo en 120 años. Este descenso récord ha dejado sin trabajo a 1,600 pescadores y ha paralizado gran parte del transporte fluvial.
Con Paraguay como uno de los principales exportadores de productos agrícolas, la sequía amenaza seriamente su comercio internacional, que depende en un 80% de la navegación por el río. La capacidad de envío se ha visto afectada en más de la mitad, lo que ha provocado retrasos y detenciones en varios países vecinos como Brasil y Bolivia.
Además de las consecuencias económicas, la sequía también plantea un riesgo para la generación de electricidad en Paraguay, ya que el río es una fuente clave de energía hidroeléctrica. La falta de lluvias previstas para las próximas semanas hace temer pérdidas millonarias y plantea la preocupación de si este patrón se mantendrá a largo plazo.
Según expertos, la disminución de los niveles del río Paraguay, al igual que en otros ríos del mundo, es consecuencia del crecimiento demográfico, el cambio climático, la deforestación y prácticas de irrigación ineficientes que están transformando paisajes, afectando ecosistemas y desencadenando crisis de agua dulce en muchas comunidades.
Ante este panorama, con la falta de lluvias y el empeoramiento de los ciclos de inundaciones y sequías debido al calentamiento global, se plantea un escenario desafiante para la región. La pregunta que prevalece es si esta situación se convertirá en un patrón recurrente, con repercusiones a largo plazo en la seguridad hídrica y la sostenibilidad ambiental.
La sequía en el río Paraguay, y en otros ríos a nivel global, es un recordatorio claro de la urgencia de abordar de manera integral los desafíos del cambio climático, la deforestación y la gestión del agua. La falta de coordinación y las prácticas insostenibles ponen en riesgo no solo la economía y la infraestructura, sino también la vida de las comunidades que dependen de estos recursos.
La situación en el río Paraguay es una llamada de atención para tomar medidas urgentes y efectivas que protejan nuestros recursos hídricos, aseguren la sostenibilidad de nuestros ecosistemas, y garanticen un futuro más resiliente para todos. La sequía en el río Paraguay no es solo un problema local, es una señal de alerta para el mundo entero sobre los impactos devastadores del cambio climático si no actuamos con determinación y responsabilidad.
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