Un estudio realizado por el Monell Chemical Senses Center en Filadelfia revela que las personas pueden detectar entre 10.000 y 100.000 millones de olores distintos, proporcionando a través de la nariz una amplia gama de información sobre su entorno. Según John Lundstrom, neurocientífico de la Universidad de Monell, el olor corporal puede transmitir señales específicas, como la edad biológica, la salud y la compatibilidad genética, destacando la importancia de este sentido en la interacción social.
En la cultura japonesa, se ha acuñado el término «Kareishu» para describir el «olor a viejo», reflejando el respeto hacia la vejez. Este concepto cultural refleja la creencia arraigada en algunas sociedades orientales de que el olor corporal cambia a lo largo de la vida, revelando información sobre la edad y el estado fisiológico de las personas.
Además, diversos factores como la edad, el ciclo menstrual, la lactancia, la alimentación y el estrés pueden influir en la composición del olor corporal de cada individuo. A pesar de que los seres humanos no poseen glándulas específicas para producir aromas, las glándulas sebáceas, ecrinas y apocrinas juegan un papel clave en la creación de una firma olfativa única e intransferible.
Con el envejecimiento, la composición química de la piel y sus secreciones se ve afectada, lo que puede dar lugar a cambios en la firma olfativa personal. Según Consuelo Boras Blasco, profesora de Fisiología en la Universidad de Valencia, las alteraciones hormonales asociadas con la menopausia y la andropausia pueden influir en la producción de sudor y aceites corporales, modificando la microbiota de la piel y, consecuentemente, el olor.
Investigaciones recientes sobre la microbiota del cuerpo humano comienzan a desvelar la complejidad de este ecosistema que influye en nuestra salud y bienestar. Este campo emergente de estudio plantea nuevas perspectivas en la comprensión de la inmunología, la medicina y la ecología de la piel, abriendo la puerta a avances significativos en la industria farmacéutica.
En resumen, el sentido del olfato desempeña un papel crucial en la percepción de la edad, la salud y la identidad personal. La diversidad y complejidad de los olores corporales reflejan la riqueza de información que nuestro cuerpo puede comunicar a través de este sentido tan subestimado.
GIPHY App Key not set. Please check settings