Esposo condenado a 16 años por muerte de Naomi Onotera.

Un hombre en Columbia Británica ha sido sentenciado a 16 años de prisión por la muerte de su esposa, la profesora bibliotecaria Naomi Onotera. Obnes Regis, quien inicialmente se declaró inocente de homicidio involuntario e indignidad hacia los restos humanos, cambió su declaración a culpable durante el juicio.

El juez de la Corte Suprema de Columbia Británica, Martha M. Devlin, impuso una sentencia de 11 años por el cargo de homicidio y cinco años por el cargo de indignidad hacia los restos. Regis admitió haber golpeado a Onotera en la cabeza durante una discusión en su casa, para luego desmembrar su cuerpo y desechar los restos a lo largo del río Fraser en Fort Langley.

La jueza Devlin destacó la importancia de demostrar que la violencia de pareja «no será tolerada por los miembros respetuosos de la ley». Durante el juicio, se reveló que Regis confesó a agentes encubiertos en diciembre de 2021, meses después de que la familia reportara la desaparición de Onotera en agosto del mismo año.

A pesar de las confesiones, Regis inicialmente se declaró inocente de los cargos, cambiando su declaración a mitad del juicio. Devlin calificó las circunstancias del delito como «sumamente graves», condenando la conducta de violencia de pareja y la engañosa actuación de Regis.

La familia de Onotera expresó su descontento con la sentencia, considerándola insuficiente. La hermana de la víctima, Kirsten Kerr, lamentó que la justicia no se haya hecho completamente y puso énfasis en la protección de la hija de Onotera, quien tenía solo 18 meses en el momento del crimen.

Regis, originario de Haití, llegó a Canadá con una visa de estudiante en 2003, la cual ha expirado. A pesar de tener una orden de deportación desde 2015, ha permanecido en el país debido a circunstancias humanitarias. Sin embargo, se espera que sea deportado una vez cumplida su condena.

Este caso ha puesto de manifiesto la gravedad de la violencia de pareja y la importancia de abordar este tipo de conductas de manera firme y ejemplarizante en la sociedad. La sentencia impuesta a Regis busca enviar un mensaje claro de que este tipo de acciones no serán toleradas, especialmente en casos de extrema gravedad como el de Naomi Onotera.