Redacción - El Semanal
La industria de bares y restaurantes en Montreal reacciona al proyecto de ley de Quebec para regular las solicitudes de propinas de los comerciantes.
La propuesta de una nueva regulación en Quebec ha generado distintas reacciones entre los trabajadores de restaurantes y bares, así como entre los propios establecimientos. La iniciativa busca estandarizar la forma en que se calculan las propinas sugeridas, estableciendo que se basen en el precio antes de impuestos en lugar del total después de impuestos.
Julia Dougall-Picard, una joven de 20 años que trabaja como camarera en un restaurante popular en el Quartier Latin de Montreal, ve con buenos ojos este cambio. Aunque gran parte de sus ingresos provienen de las propinas, considera que el nuevo sistema de cálculo podría incentivar a los clientes a ser más generosos.
Sin embargo, no todos comparten la opinión de Dougall-Picard. Jaskaran Singh, gerente de un restaurante cercano, expresa su decepción ante la medida, argumentando que siempre ha sido difícil debido al bajo salario mínimo de los trabajadores. Por su parte, Marc-Antoine Bourdages, manager de otro local en la zona, se muestra neutral ante la modificación, señalando que la mayoría de los clientes desconocen cómo se calculan las propinas sugeridas.
En este sentido, Martin Vézina, vicepresidente de asuntos públicos de la Asociación de Restaurantes de Quebec, señala que si bien la normativa implicará que el personal de sala perciba menos ingresos, no tendrá un impacto significativo en la industria en general. Vézina también destaca que las empresas de procesamiento de pagos son las encargadas de programar las sugerencias de propina en las terminales de venta, lo que podría suponer beneficios adicionales para los dueños de los restaurantes.
A pesar de la discusión en torno a las propinas, Vézina considera que la oportunidad de abordar el tema de las reservas que no se materializan fue desaprovechada. Según sus estimaciones, las reservas sin cumplir representan una pérdida considerable para los restaurantes en Quebec.
La iniciativa, presentada por el ministro responsable de protección al consumidor, Simon Jolin-Barrette, ha generado un debate sobre el impacto que tendrá en los trabajadores y en la dinámica de la industria gastronómica de la provincia. Aunque las opiniones divergen, lo cierto es que esta propuesta marcará un cambio en la forma en que se gestionan las propinas en los locales de restauración de Quebec.
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