Expertos opinan sobre reglas de celulares en escuelas para triunfar

Según educadores, las reglas sobre el uso de teléfonos móviles se están convirtiendo en un tema cada vez más relevante en las escuelas. La adicción a los teléfonos celulares está afectando la participación de los estudiantes, su salud mental, asistencia y desempeño académico. Este fenómeno ha llevado a la implementación de prohibiciones de dispositivos, sin embargo, muchos consideran que estas medidas no son suficientes para revertir la situación.

El maestro de inglés Wilbur Higgins, de la escuela secundaria Dartmouth High, destaca la necesidad de estrategias creativas para involucrar a los estudiantes en el aprendizaje en medio de la era digital. Una de las propuestas es el uso de fundas, armarios y contenedores para teléfonos celulares que se han vuelto populares en algunas escuelas para hacer cumplir la prohibición de dispositivos.

Por ejemplo, el maestro de química John Nguyen, en California, creó un sistema de fundas debido a los problemas de acoso y distracciones que los teléfonos ocasionaban en clase. En su escuela, los estudiantes guardan sus teléfonos en fundas de neopreno durante las clases, y solo los liberan con una llave magnética del profesor o director. Esta medida busca contrarrestar la falta de atención de los estudiantes que provoca el uso constante de sus dispositivos.

En otro enfoque, las escuelas de Spokane, Washington, han intensificado las actividades extracurriculares para competir con los teléfonos después de clases. El lanzamiento de la iniciativa «Engage IRL» tiene como objetivo brindar a cada estudiante algo atractivo para hacer después de la jornada escolar, ya sea deportes, arte escénico o clubes. Esta iniciativa busca contrarrestar la norma de pasar largas horas frente a dispositivos personales en casa una vez que se termina la jornada escolar.

Es evidente que las preocupaciones sobre el uso excesivo de teléfonos móviles en las escuelas han llevado a una variedad de enfoques y estrategias innovadoras para abordar el problema. Desde incentivar actividades al aire libre hasta implementar prohibiciones durante las clases, los educadores están trabajando arduamente para mantener a los estudiantes comprometidos y fomentar un entorno propicio para el aprendizaje. La clave, según ellos, radica en encontrar un equilibrio entre la tecnología y las actividades que promuevan la interacción social, el desarrollo personal y el crecimiento académico de los estudiantes.