Con la vuelta al cole a la vuelta de la esquina, los expertos recomiendan incluir una revisión ocular en la lista de preparativos de los niños. Según la Asociación Americana de Optometría, 1 de cada 4 niños comienza la escuela con algún problema visual que afecta su capacidad de aprendizaje, participación en deportes y observación del mundo que les rodea.
Muchos niños no comunican que tienen dificultades visuales porque no son conscientes de que tienen un problema. La optometrista Annette Webb compartió la historia de un niño que amaba dibujar árboles pero nunca había visto las hojas individuales hasta que se probó gafas. «Piensan que todos ven como ellos», mencionó Webb.
Estos problemas visuales no diagnosticados en los niños pueden derivar en problemas de comportamiento, ya que pueden mostrarse desinteresados o distraídos en clase al no poder ver correctamente lo que se les muestra en la pizarra. Por tanto, es fundamental que los padres y maestros estén alerta a señales como entrecerrar los ojos, solicitar cambiar de posición en el aula y dolores de cabeza, especialmente por la tarde debido a la fatiga ocular.
La oftalmóloga Megan Collins de la Universidad Johns Hopkins enfatiza la importancia de los exámenes visuales, que son obligatorios en la mayoría de los estados. Recomienda que los niños reciban evaluaciones visuales en las revisiones médicas anuales con un pediatra, quien debería realizar un escrutinio de la visión rutinario para detectar posibles problemas.
Collins aboga por fortalecer los programas de detección visual en las escuelas para abordar las disparidades en el acceso a evaluaciones oculares en áreas desatendidas. Sin embargo, subraya que el final del verano es un buen momento para recordar a las familias la importancia de la salud visual para el aprendizaje. Es importante recordar que niños con antecedentes familiares de problemas visuales, enfermedades que afectan los ojos como la diabetes, o que toman medicamentos con efectos secundarios en la visión, deben someterse a un examen ocular completo anualmente.
En resumen, realizar un examen ocular a los niños antes del regreso a clases puede marcar la diferencia en su desempeño académico y bienestar emocional, permitiéndoles disfrutar de una vida escolar más plena y exitosa.
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