Redacción - El Semanal
TEL AVIV, Israel – Algunas familias de rehenes retenidos en Gaza creen que la última ronda de conversaciones de alto el fuego entre Israel y Hamas podría ser la última y mejor oportunidad para liberar a sus seres queridos después de más de 300 días de cautiverio.
Estas familias han abogado incansablemente para asegurar la liberación de sus parientes, quienes fueron secuestrados el 7 de octubre durante un ataque transfronterizo de Hamas que inició la guerra.
A pesar de la esperanza que depositan en las últimas conversaciones, han enfrentado 10 meses de desilusiones y el creciente temor de una guerra más amplia en Oriente Medio, mientras Israel enfrenta tensiones crecientes con Irán y Hezbollah, el grupo militante respaldado por Irán y con sede en Líbano.
Aproximadamente 110 rehenes permanecen en Gaza después de que unos 100 fueran liberados durante un breve alto al fuego a finales de noviembre. Según las autoridades de salud de Gaza, más de 40,000 palestinos han muerto en la guerra, sin distinguir entre civiles y militantes.
A lo largo de la guerra, las familias de los rehenes han continuado con angustia y desesperación, movilizando a los israelíes en su causa, presionando a legisladores locales y extranjeros, suplicando que alguien ponga fin a su pesadilla.
Han presenciado cómo múltiples rondas de negociaciones se han desmoronado. Y han dirigido cada vez más su ira al primer ministro Benjamin Netanyahu, a quien acusan de priorizar su supervivencia política sobre el destino de sus seres queridos.
«Se necesita un alto el fuego para recuperarlos a todos», dijo Zahiro Shahar Mor, sobrino de Avraham Munder, de 78 años, quien fue secuestrado de Kibbutz Nir Oz junto con su esposa, su hija y su nieto, siendo los últimos tres liberados durante el primer y único acuerdo de alto el fuego.
Netanyahu insiste en que mantiene la situación de los rehenes en mente constantemente.
«El dolor que han soportado estas familias va más allá de las palabras», dijo Netanyahu en una sesión conjunta del Congreso de los Estados Unidos el mes pasado. «No descansaré hasta que todos sus seres queridos estén en casa.»
El primer ministro considera que la mejor manera de liberarlos es mantener la presión militar sobre Hamas, una postura respaldada por dos socios de extrema derecha críticos para mantener su poder. Han prometido derrocar al gobierno si Netanyahu avanza con un acuerdo que libere a los rehenes a cambio de la libertad de prisioneros palestinos condenados por delitos graves o el fin de la guerra.
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