Fuertes vientos generan riesgos en árboles para equipos contra incendios en Columbia Británica.

Según los informes del Servicio de Incendios de la Columbia Británica, ya no hay más «incendios de importancia» ardiendo en la provincia, ya que las condiciones climáticas favorables han permitido que las tripulaciones avancen en la lucha contra cientos de incendios.

A pesar de esta noticia alentadora, la oficial de información de incendios, Emelie Peacock, destaca que todavía existen algunas órdenes de evacuación y alertas que afectan a comunidades en toda la provincia. Aunque se ha retirado el distintivo de incendio de Corya Creek, situado a unos 170 kilómetros al noreste de Terrace, aún hay más de 700 bomberos y 100 aeronaves combatiendo las llamas.

Peacock menciona que, a pesar de las intensas lluvias recientes en el sur de la provincia, en el norte continúan las condiciones de sequía. Además, los vientos fuertes están creando ciertos peligros con los árboles, lo que representa un desafío adicional para las tripulaciones en terreno.

En cuanto al número de incendios activos en la Columbia Británica, ha disminuido a alrededor de 295, siguiendo una tendencia a la baja desde el viernes cuando se reportaban aproximadamente 340 incendios. Aunque se espera lluvia en la costa, los vientos están aumentando en el sur, lo que podría rápidamente revertir la tendencia de sequía una vez que las tormentas se disipen.

Si bien se reconoce que la provincia aún se encuentra en plena temporada de incendios forestales, los bomberos están aprovechando el menor comportamiento del fuego y las condiciones climáticas favorables para contener y extinguir las llamas de manera efectiva.

El Servicio de Incendios mencionó que, recientemente, los vientos alcanzaron hasta 102 kilómetros por hora, derribando árboles a lo largo de las líneas de fuego en el sur y obligando a reubicar un campamento de incendios en Invermere, sin que se reporten heridos. Actualmente, se estima que alrededor de 79 incendios están fuera de control en la provincia, habiendo devastado más de 10,000 kilómetros cuadrados de tierra desde el inicio de la temporada de incendios el 1 de abril.

Tras una temporada récord de incendios en 2023, que quemó más de 28,000 kilómetros cuadrados de tierra y obligó a evacuar comunidades en regiones como Okanagan y Shuswap, se pronostica un retorno de condiciones más cálidas y secas en la mayor parte de la Columbia Británica conforme se acerca el fin de semana del Día del Trabajo.