Gerente Suns: Vínculo con Ishbia clave en reconstrucción del equipo

La reciente reconfiguración en la dirección de los Phoenix Suns ha puesto el foco en un movimiento poco convencional dentro del ámbito de la NBA: la designación de Brian Gregory como gerente general. A diferencia de la trayectoria habitual de figuras provenientes de roles directivos en el baloncesto profesional o de un recorrido extenso en cuerpos técnicos de la liga, la principal credencial de Gregory para asumir este cargo reside en una relación de larga data con el propietario de la franquicia, Mat Ishbia. Esta conexión, forjada a lo largo de un cuarto de siglo y cimentada durante su paso conjunto por la Universidad Estatal de Michigan, es el eje central de su llegada a la cúpula de los Suns, un hecho que el propio Gregory no ha rehuido reconocer, destacando la alineación de valores y ética de trabajo compartidos con Ishbia como pilar fundamental.

Este nombramiento, que se hizo efectivo la semana pasada, supone la transición de James Jones, el anterior gerente general, a un rol de asesor senior, y la promoción de Oronde Taliaferro a asistente de gerente general, mientras que Paul Rivers amplía sus responsabilidades para incluir operaciones de baloncesto. La elección de Gregory, cuya experiencia previa se circunscribe a casi dos décadas como entrenador principal en el baloncesto universitario de la NCAA, en equipos como Dayton, Georgia Tech y South Florida, marca un viraje estratégico para los Suns en un momento crucial.

La franquicia se enfrenta a una ardua fase de reconstrucción tras una temporada 2023-2024 que resultó ser una de las más decepcionantes en su historia. A pesar de contar con una de las plantillas más caras de la liga, liderada por un trío de estrellas como Kevin Durant, Devin Booker y Bradley Beal, el equipo registró un balance negativo de 36 victorias y 46 derrotas. De este núcleo, solo Booker, un ícono de la franquicia tras diez temporadas en Arizona, parece tener un futuro garantizado en el equipo.

La primera tarea de Gregory es la crucial elección de un nuevo entrenador principal, el cuarto en cuatro años, para suceder a Mike Budenholzer, quien fue despedido tras tan solo una temporada en el cargo. Una vez resuelta esta designación, la atención se centrará en una plantilla que, si bien ostentosa, ha mostrado evidentes falencias. Ishbia ha manifestado su deseo de edificar un equipo con «garra, determinación, ética de trabajo, fortaleza mental y alegría», cualidades que, a su juicio, han estado ausentes.

Respecto a las figuras principales de la plantilla, el futuro de Kevin Durant, uno de los anotadores más prolíficos de la liga incluso a sus 36 años, se presenta como el principal activo de negociación en el mercado. El 15 veces All-Star, con un promedio de 26.6 puntos por partido y un 53% de acierto en tiros de campo la temporada pasada, probablemente atraerá el interés de múltiples equipos. Por otro lado, la situación de Bradley Beal es más compleja. A pesar de ser un tres veces All-Star, el jugador, propenso a lesiones, tiene un contrato elevado que supera los 50 millones de dólares para la próxima temporada, sin que su rendimiento haya justificado dicho coste. Gregory, aunque ha expresado tener una buena relación con ambos jugadores, no ha querido pronunciarse sobre su continuidad, enfatizando que su prioridad inmediata es la selección del entrenador adecuado.

La visión de Gregory para el equipo parece alinearse con el ideal de «garra» propugnado por Ishbia. Su rol anterior como vicepresidente de programación de jugadores, al que se incorporó en 2023, le permitió influir en la selección de Ryan Dunn y Oso Ighodaro en el draft del año pasado. Ambos jugadores, en su temporada de novatos, exhibieron en la cancha una personalidad que encaja mejor con los ideales de Ishbia, aportando una energía y un espíritu que contrastaba con la aparente falta de ímpetu de gran parte de la plantilla. La relación entre Gregory e Ishbia, por tanto, no solo ha sido el catalizador de este cambio de gestión, sino que podría ser el motor de una transformación más profunda en la identidad y el estilo de juego de los Phoenix Suns.