Según un nuevo informe, la moral entre los trabajadores de la salud en Ontario está en deterioro, lo que sugiere una creciente crisis de personal que pone en riesgo el bienestar de los empleados hospitalarios y los pacientes.
La investigación, publicada el lunes, encontró que el sistema de salud público de Ontario está enfrentando graves problemas, según el Dr. James Brophy, uno de los investigadores responsables del estudio.
Los resultados se basan en 26 entrevistas detalladas con trabajadores hospitalarios de la Unión de Empleados Públicos de Ontario (CUPE) y una encuesta realizada a 775 de sus colegas. La identidad de los participantes se mantuvo en anonimato.
Uno de los testimonios destacados fue el de una enfermera de un centro de atención ambulatoria que expresó: «Apenas tenemos tiempo para descansos o para ir al baño. No creo que los pacientes estén recibiendo la atención que necesitan». Otros trabajadores de la salud compartieron sentimientos similares de descontento y desmotivación en sus labores diarias.
Estos problemas no son exclusivos de Ontario, ya que enfermeras registradas de Saskatchewan también señalaron preocupaciones sobre la falta de personal en una encuesta realizada el año pasado. Tres de cada cinco enfermeras consideraron dejar la profesión en los últimos 12 meses, y más del 90% mencionó que sus condiciones laborales tenían un impacto negativo en su salud mental.
La falta de financiamiento, personal insuficiente, desregulación y privatización del sistema de salud están contribuyendo a la presión sobre los trabajadores hospitalarios, según el informe. Esto ha llevado a problemas como burnout, agotamiento físico y mental, así como depresión entre los empleados de hospitales.
Para abordar esta crisis, la Columbia Británica está considerando implementar una ratio mínima de enfermeras por paciente, siguiendo el ejemplo de jurisdicciones como California y Australia, donde se han observado resultados prometedores. Estas medidas buscarían reducir la carga de trabajo y retener a las enfermeras en la profesión, mejorando la calidad de la atención y la seguridad del paciente.
En situaciones actuales, hay departamentos con una enfermera a cargo de hasta 16 pacientes durante la noche en algunos hospitales de Columbia Británica. La falta de personal adecuado está afectando la calidad de la atención e incrementando los riesgos tanto para el personal como para los pacientes.
La implementación de ratios mínimas de enfermeras por paciente en los empleos de cuidados agudos comenzará en otoño, con la esperanza de mejorar las condiciones laborales de los trabajadores de la salud y garantizar un estándar de atención óptimo para los pacientes.
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