El manganeso es un mineral fundamental en la lista de ingredientes de los suplementos nutricionales, con un papel crucial en la función inmunológica. Meritxell Martí, farmacéutica de la Farmacia Meritxell en Andorra, explica que este metal, considerado un oligoelemento en el organismo, participa en varios procesos metabólicos y es esencial para el buen funcionamiento de enzimas, el metabolismo de aminoácidos, lípidos y carbohidratos, así como en la formación ósea y la coagulación sanguínea.
Según la experta, existen cuatro funciones principales del manganeso en el organismo:
- Protección celular: A través de la Superóxido dismutasa (SOD), que protege las células del daño de los radicales libres.
- Desarrollo óseo: Importante en la formación de colágeno, matriz ósea, y mineralización ósea.
- Absorción de nutrientes: Participa en la absorción y metabolización de aminoácidos, lípidos y carbohidratos.
- Reparación cutánea: Contribuye a la producción de colágeno, favoreciendo la cicatrización de heridas.
Algunos alimentos ricos en manganeso son: nueces, legumbres, cereales integrales, verduras de hoja verde y té. Mantener niveles adecuados es crucial, ya que un déficit o un exceso pueden tener efectos adversos en la salud. Según Martí, las cantidades diarias recomendadas para adultos oscilan entre 1.8 y 2.3 mg.
En casos de déficit específico o problemas de absorción de nutrientes, como en la enfermedad de Crohn, puede ser necesario recurrir a suplementos de manganeso. Sin embargo, es importante evitar la sobredosificación, ya que un exceso de manganeso puede ocasionar problemas neurológicos similares a los del Parkinson por acumulación del metal, sobre todo en entornos industriales con inhalación de manganeso.
En resumen, el manganeso desempeña un papel fundamental en múltiples funciones del organismo, por lo que es vital mantener un equilibrio adecuado en su consumo para preservar la salud y prevenir posibles complicaciones.
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