La sátira neo-noir de Alex Winter no alcanza las expectativas

La Sátira Neo-Noir de Alex Winter se Queda a Medio Camino

El concepto de los esqueletos en el armario familiar adquiere un sentido literal en Adultez, la más reciente película del cineasta Alex Winter. La cinta, presentada en el Festival Internacional de Cine de Toronto, explora la tragedia oculta bajo la fachada pulcra de un suburbio estadounidense a través de los hermanos Megan (Kaya Scodelario) y Noah (Josh Gad), quienes descubren un cadáver en descomposición tras una pared del sótano de su casa de la infancia. El hallazgo los obliga a cuestionar todo lo que creían saber sobre sus padres.

El reparto logra mantener el interés con actuaciones sólidas, especialmente la de Gad como un guionista fracasado que intenta resolver el misterio con la lógica distorsionada de quien ha escrito demasiados dramas policiales. Scodelario, por su parte, brilla como una madre atrapada entre el caos familiar y sus propias sospechas. Anthony Carrigan aporta un toque grotesco y cómico como el primo Bodie, cuya colección de armas añade un peligro absurdo a la trama.

Visualmente, la película aprovecha los paisajes de Ontario, con una secuencia destacada en el SkyBridge, el puente peatonal más largo de Norteamérica. Sin embargo, el estilo visual no basta para sostener una narrativa que pierde fuelle en su segunda mitad. Winter, conocido por sus documentales sobre figuras como Frank Zappa, buscó inspirarse en el equilibrio entre el humor negro y el suspense al estilo de los hermanos Coen o Bong Joon-ho, pero el resultado final tropieza con un tono inconsistente.

La promesa inicial de una sátira ácida y un thriller psicológico se diluye en un desenlace abrupto que parece más improvisado que orgánico. Pese a momentos ingeniosos y una premisa atractiva, Adultez termina siendo una obra que, como sugiere su título, no logra madurar plenamente.

La película llegará a cines selectos el 19 de septiembre antes de su estreno en plataformas digitales, pero quizás sea en formato doméstico donde encuentre su audiencia ideal: aquellos dispuestos a perdonar sus altibajos a cambio de unos cuantos destellos de lucidez.

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