Microsoft retomará operaciones en central nuclear inactiva desde 2019.

La industria de la inteligencia artificial está experimentando un crecimiento sin precedentes, lo que ha llevado a una demanda insaciable de energía para alimentar los centros de datos que impulsan esta tecnología de vanguardia. En este contexto, Microsoft ha dado un paso histórico al firmar su mayor acuerdo de compra de energía hasta la fecha.

Este acuerdo ha resultado en la reapertura de la central nuclear de Three Mile Island en Pensilvania, la cual había estado inactiva desde 2019. Esta planta, que añadirá 835 megavatios de electricidad limpia a la red, se compromete a abastecer de energía el centro de datos de inteligencia artificial de Microsoft durante los próximos 20 años.

La inversión de 1.600 millones de dólares por parte de Constellation Energy para modernizar la planta representa un hito significativo en el renacimiento de la energía nuclear. La planta, que ahora llevará el nombre de Crane Clean Energy Center en honor al fallecido Chris Crane, CEO de Exelon, se espera que genere 3.400 empleos directos e indirectos, revitalizando la economía de la región.

La decisión de Microsoft de reabrir esta central nuclear responde a la necesidad de contar con una fuente de energía estable y libre de carbono para alimentar sus operaciones. Con el auge de la inteligencia artificial, la demanda energética de los centros de datos ha aumentado exponencialmente, lo que ha llevado a buscar alternativas sostenibles y confiables para satisfacer dicho consumo.

Las centrales nucleares, a pesar de sus controversias, ofrecen la capacidad de generar energía libre de carbono las 24 horas del día, lo que las convierte en una opción atractiva para empresas tecnológicas como Microsoft en su misión de alcanzar una infraestructura energética 100% sustentable. Esta medida no solo contribuye a la lucha contra la crisis climática, sino que también garantiza un suministro constante de energía para los crecientes requisitos de los centros de datos de inteligencia artificial.

En definitiva, el acuerdo histórico entre Microsoft y Constellation Energy marca un antes y un después en la intersección entre la inteligencia artificial y la energía nuclear. Este paso audaz no solo impulsa la innovación y el desarrollo tecnológico, sino que también sienta las bases para un futuro más sostenible y eficiente en el sector energético.