Redacción - El Semanal
Un valioso pastel de Claude Monet, robado por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial y desaparecido durante décadas, ha sido devuelto a los descendientes de sus legítimos propietarios en Nueva Orleans.
La obra «Bord de Mer» de Monet, valuada en más de 500.000 dólares por una galería de Houston, desapareció por décadas y fue investigada por el FBI cuando apareció en una lista de venta.
Los propietarios originales, un matrimonio en Austria llamado Adalbert y Hilda Parlagi, adquirieron el Monet en 1936 para decorar su hogar. Dos años después, vieronse forzados a huir de los nazis y dejaron sus pertenencias, incluyendo el Monet, en un almacén de una empresa de transporte en Viena con la intención de enviárselo o recuperarlo más adelante.
Antes de poder recuperar la obra, la Gestapo alemana confiscó todas las pertenencias escondidas en dicho almacén, entre las cuales se encontraba el Monet. Posteriormente, la pieza fue adquirida en subasta por un comerciante de arte nazi y desapareció en 1941.
Más de 70 años después, el cuadro reapareció en una exhibición de impresionismo en Francia en 2016. Un anticuario con sede en Nueva Orleans lo adquirió y posteriormente lo vendió a una pareja en el estado de Washington.
Dicha pareja lo puso a la venta en Houston, pero accedió a entregárselo al FBI el año pasado al conocer su «historia de saqueo», según declaraciones del organismo.
Desde entonces, el FBI ha estado trabajando en la devolución del Monet a las nietas de los Parlagi, concretándose la entrega el pasado miércoles.
La familia Parlagi continúa en la búsqueda de otras obras de arte robadas por los nazis, incluyendo una acuarela firmada por Paul Signac de 1903 que fue vendida al mismo comerciante de arte nazi que obtuvo el Monet.
Considero que el artículo planteado es de suma importancia, ya que aborda un tema de relevancia histórica y cultural. Sin embargo, creo que se pudo profundizar más en el contexto político de la época, lo cual habría enriquecido la comprensión del lector sobre las circunstancias que rodearon el robo de la obra de Monet por parte de los Nazis. Asimismo, hubiese sido pertinente incluir información detallada sobre el proceso de recuperación de la obra y los implicados en esta labor. En general, la redacción del artículo es clara, pero se echan en falta datos adicionales que hubiesen enriquecido la narrativa