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El magnate Elon Musk ha dado un paso significativo en su visión de transformar X, la antigua plataforma de Twitter, en una «aplicación todo en uno». Desde que adquirió la compañía por más de 44 mil millones de dólares en 2022, Musk ha estado enfocado en implementar funciones financieras dentro de la plataforma, permitiendo a los usuarios realizar transacciones, administrar saldos e incluso acceder a servicios financieros avanzados directamente desde la aplicación de Twitter.

Recientemente, la analista de aplicaciones Nima Owji descubrió pistas que sugieren que X ya está desarrollando su sistema de pagos, con la inclusión de un botón específico en la barra de navegación que servirá como punto de entrada para estas nuevas funciones financieras. Esta iniciativa respalda la ambición de Musk de crear un ecosistema financiero dentro de X, similar al modelo empleado por WeChat en China, aunque potencialmente sujeto a escrutinio por regulaciones antimonopolio.

El desarrollo de un sistema de pagos se presenta como una estrategia alternativa para X ante la disminución de ingresos por publicidad y los recientes desafíos legales surgidos tras la adquisición por parte de Musk. La implementación de estas funciones no solo compensaría las pérdidas publicitarias, sino que también abriría nuevas oportunidades de negocio a través de tarifas de transacción y servicios financieros complementarios.

Como parte de su estrategia, X ha obtenido licencias subsidiarias para X Payments en varios estados de EE. UU., incluyendo Alabama, California y el Distrito de Columbia, lo que representa un avance significativo en su capacidad para operar como entidad financiera. Esta iniciativa busca diversificar las fuentes de ingresos de la plataforma y explorar nuevas vías de generación de capital.

La visión de Elon Musk en el ámbito de los pagos tiene sus raíces en el pasado, con la fundación de X como una empresa de pagos original en los albores de la Internet moderna en la década de 2000, que eventualmente evolucionó para convertirse en Paypal. El éxito de esta nueva faceta de X dependerá de la aceptación por parte de los usuarios y de la integración efectiva con otros servicios financieros, como ha adelantado Musk en declaraciones previas.

En resumen, la apuesta de Musk por transformar X en un banco digital representa un cambio significativo en la evolución de la plataforma, ofreciendo a los usuarios la posibilidad de realizar transacciones, administrar fondos y acceder a servicios financieros, todo desde la familiaridad de la aplicación de Twitter. A medida que X avanza en este proceso, se espera que surjan nuevas oportunidades de negocio y se abran nuevas vías de innovación en el sector financiero digital.