La resistencia de los maestros de Oklahoma a enseñar la Biblia en las escuelas genera controversia
En Bixby, Oklahoma, el distrito escolar está experimentando una situación tensa a medida que se inicia un nuevo año académico. A pesar de tener una serie de mejoras planificadas, como un nuevo y moderno instituto que abrirá sus puertas para el 2025, un gimnasio de noveno grado recién construido y planes de una actualización de US$12 millones para un complejo de fútbol que ya rivaliza con el de muchas universidades pequeñas, hay un tema que está generando resistencia.
El mandato estatal del jefe de educación de Oklahoma de incorporar lecciones de la Biblia en el plan de estudios y las promesas de represalias para aquellos que no cumplan, han provocado un descontento evidente en el distrito escolar. Esta orden, que ha situado a Oklahoma en el centro de un creciente impulso conservador por darle a la religión un papel más relevante en las escuelas públicas de los Estados Unidos, ha despertado opiniones encontradas.
El Superintendente de Bixby, Rob Miller, un ex artillero del Cuerpo de Marines, ha expresado su preocupación respecto a la imposición del uso de la Biblia en las aulas. Miller, quien incluso siendo cristiano se siente ofendido por reducir la palabra de Dios a un mero apunte en clase, cuestiona la validez de esta práctica en entornos académicos que no tienen una relación directa con la enseñanza religiosa.
A pesar de que la resistencia de algunos distritos escolares de Oklahoma ha sido evidente, con diversas instituciones educativas decidiendo no seguir la directiva del superintendente estatal, Ryan Walters, la obligación de incorporar la Biblia en los planes de estudio para estudiantes de quinto a duodécimo grado es clara. Walters, quien ha sido elegido con una plataforma anti-«ideología despierta» y una postura contraria a libros considerados como material controversial, ha encontrado oposición dentro de su propio partido.
El debate sobre la pertinencia de esta directiva ha generado divisiones en la comunidad educativa y política de Oklahoma, con algunos cuestionando la necesidad de imponer la enseñanza religiosa en un entorno que debería ser neutral y respetuoso con la diversidad de creencias. A medida que la discusión continua, la postura de los maestros, padres y líderes comunitarios se vuelve crucial en determinar el futuro de la educación en el estado.
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