Redacción - El Semanal
La ciudad de Uvalde, en Texas, ha sido testigo de una tragedia inimaginable: el tiroteo en la escuela Robb Elementary que resultó en la muerte de 19 estudiantes y dos maestros. Después de una prolongada batalla legal, las autoridades de la ciudad finalmente han liberado videos de la policía y llamadas al 911 relacionadas con la masacre.
La respuesta demorada de las fuerzas del orden, con casi 400 oficiales esperando más de 70 minutos antes de enfrentar al tirador en un aula llena de niños y maestros muertos y heridos, ha sido ampliamente condenada como un fallo masivo en las labores de protección. Este trágico evento, ocurrido el 24 de mayo de 2022, es considerado uno de los peores tiroteos escolares en la historia de Estados Unidos.
Tras diversas investigaciones federales y estatales sobre la lenta respuesta, se han revelado problemas en la capacitación, la comunicación, el liderazgo y la tecnología, cuestionando si los oficiales priorizaron sus propias vidas sobre las de los niños y maestros en la ciudad de Uvalde, en Texas. Las familias de las víctimas han exigido durante mucho tiempo responsabilidad por la tardanza en la respuesta policial.
Dos de los oficiales que respondieron ahora enfrentan cargos criminales: el ex jefe de la policía escolar de Uvalde, Pete Arredondo, y el ex oficial de la escuela, Adrian Gonzales, se han declarado inocentes de múltiples cargos de abandono y puesta en peligro de menores. Un policía estatal de Texas en Uvalde que había sido suspendido fue reintegrado a su trabajo a principios de este mes.
Algunas familias han pedido que se presenten cargos contra más oficiales y han presentado demandas federales y estatales contra las fuerzas del orden, las redes sociales, las empresas de videojuegos en línea y el fabricante de armas que produjo el rifle utilizado por el tirador.
La respuesta policial incluyó a casi 150 agentes de la Patrulla Fronteriza de EE. UU. y 91 oficiales de la policía estatal, además de la policía escolar y municipal. Mientras docenas de agentes permanecían en el pasillo tratando de determinar qué hacer, los estudiantes dentro del aula llamaban al 911 desde sus teléfonos celulares, suplicando ayuda, y los padres desesperados que se habían reunido afuera del edificio imploraban a los oficiales que intervinieran. Finalmente, un equipo táctico entró en el aula y abatió al tirador.
Aunque videos previamente liberados de las cámaras escolares mostraban a oficiales de policía, algunos armados con rifles y escudos antibalas, esperando en el pasillo, un informe encargado por la ciudad defendió las acciones de la policía local, mencionando que los oficiales mostraron «una fortaleza incalculable» y «un pensamiento equilibrado» al enfrentarse al fuego del tirador y abstenerse de disparar hacia un aula oscura.
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