Riesgo latente tras desastres: desechar alimentos en mal estado puede no ser suficiente

En hogares afectados por desastres naturales como incendios forestales, los residentes que regresan pueden encontrarse con un problema desagradable: el olor a alimentos en descomposición que han permanecido en sus refrigeradores y congeladores durante semanas.

La situación es desoladora para aquellos que han tenido que evacuar sus hogares debido al peligro de los incendios forestales, solo para regresar y encontrarse con un olor insoportable proveniente de la comida echada a perder. La pérdida de energía eléctrica durante días o semanas puede haber provocado que los alimentos almacenados en los electrodomésticos se echen a perder, generando malos olores y posibles problemas de salud.

Expertos en salud pública advierten que la exposición prolongada a estos olores desagradables puede causar malestar estomacal, dolores de cabeza y mareos, además de aumentar el riesgo de infecciones alimentarias. Es crucial que los residentes afectados por incendios forestales tomen medidas inmediatas para deshacerse de los alimentos en mal estado y limpiar a fondo sus refrigeradores y congeladores para evitar mayores problemas.

Se recomienda desechar cualquier alimento que pueda haberse echado a perder debido a la falta de energía eléctrica, ya que consumirlo podría provocar enfermedades gastrointestinales graves. Además, es importante limpiar los electrodomésticos con detergente y agua caliente para eliminar cualquier residuo de comida descompuesta y evitar la propagación de bacterias.

Las autoridades locales están trabajando en colaboración con organizaciones de salud pública para proporcionar información y recursos a los residentes afectados, ayudándoles a manejar de manera segura la limpieza y desinfección de sus hogares después de un desastre natural como un incendio forestal. Se insta a la comunidad a seguir las recomendaciones de las autoridades y a buscar ayuda si es necesario para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los afectados.

En momentos de crisis como estos, es fundamental que la comunidad se una para apoyarse mutuamente y superar juntos los desafíos que presentan los desastres naturales. Con solidaridad y colaboración, los afectados por incendios forestales pueden recuperarse y reconstruir sus vidas, dejando atrás los desafíos y mirando hacia un futuro más seguro y saludable.