Redacción - El Semanal
La tensión política en Estados Unidos alcanzó un punto crítico el pasado sábado, cuando el candidato presidencial Donald Trump fue objeto de un intento de asesinato durante un mitin en Pennsylvania. El atacante, cuya motivación aún no ha sido identificada, fue abatido en el lugar de los hechos, mientras que Trump resultó herido en el oído.
El Kremlin, a través de su portavoz Dmitry Peskov, declaró que no creen que el intento de asesinar a Trump haya sido organizado por las autoridades actuales en Estados Unidos. Sin embargo, acusaron a la administración estadounidense de crear un ambiente que provocó el ataque.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, condenó el ataque y afirmó que no hay lugar para ese tipo de violencia en América. Peskov hizo hincapié en que Rusia condena cualquier forma de violencia en el marco de la lucha política.
Por su parte, líderes republicanos aliados de Trump han atribuido la responsabilidad del ataque a Biden, argumentando que tras múltiples intentos por desacreditar al candidato, era evidente que su vida corría peligro.
En medio de la conmoción internacional, el presidente ruso Vladimir Putin se mantuvo al margen y no tiene previsto llamar a Trump en relación con el incidente. Putin ha expresado que el resultado de las elecciones presidenciales en Estados Unidos no cambiará significativamente la relación entre Rusia y Estados Unidos, aunque reconoció que la presidencia de Trump ha dañado dichas relaciones.
El ataque a Trump desencadenó reacciones en todo el mundo, con líderes mundiales como el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy condenando enérgicamente la violencia política y deseando una pronta recuperación a Trump.
El parlamento ruso y el ministerio de exteriores señalaron anteriores asesinatos de presidentes de Estados Unidos, destacando las fallas en la seguridad interna del país norteamericano. Se mencionaron también la crisis política en Estados Unidos, las profundas divisiones sociales y el enfoque de Washington en «interferir» en asuntos de otros países como posibles causas del ataque a Trump.
La postura de Trump sobre Ucrania fue mencionada como un factor que pudo haber influido en el ataque, ya que es uno de los pocos políticos occidentales que ha abogado abiertamente por detener el patrocinio de acciones militares.
En este contexto, Rusia ha aprovechado el suceso para pedir a Washington que deje de financiar el ejército ucraniano y se enfoque en mejorar la seguridad interna. La invasión total de Ucrania por parte de Rusia en 2022 ha llevado las relaciones entre Rusia y Occidente a su punto más bajo desde la Guerra Fría.
Ante la pregunta de si el ataque a Trump podría afectar la legitimidad de las próximas elecciones en Estados Unidos, Peskov declaró que no les corresponde a ellos juzgar, y que no tienen intención alguna de interferir en asuntos internos de Estados Unidos.
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