La filosofía estoica, con más de dos mil años de historia, ha demostrado ser una de las más prácticas y vigentes a la hora de encontrar la paz interior y gestionar el caos emocional. Así lo piensan los autores del libro 'Sin ansiedad con Séneca'
(Ed. Diana). Jana Capri, especialista en programación neurolingüística y Charan Díaz, psicólogo, han recurrido al legado de esta corriente para abordar grandes problemas de la vida. Y es que, grandes pensadores como Séneca, Marco Aurelio y Epicteto nos dejaron enseñanzas que hoy, en pleno siglo XXI, siguen resultando muy eficaces para sobrellevar la ansiedad y mantener el equilibrio en la vida moderna. De hecho, incluso mentes visionarias como la de Steve Jobs compartían algunas de estas prácticas para mantener la serenidad y fomentar la creatividad.
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Si no está en tus manos, déjalo ir
Por ejemplo, Séneca enseñaba que debemos centrarnos en aquello que está bajo nuestro control, como nuestras acciones, pensamientos y actitudes, y dejar de preocuparnos por lo que no podemos cambiar. Esto reduce la ansiedad porque elimina la preocupación por el futuro o lo que los demás puedan pensar. Los animales, de hecho, solo se asustan ante el peligro presente. Luego se relajan. En cambio, los seres humanos a menudo sufrimos por cosas que aún no han sucedido o que quizás nunca ocurran. La clave está en limitar nuestra ansiedad a los peligros reales y presentes.
Séneca sugería que muchas de las fuentes de ansiedad en la vida moderna provienen de lo difícil que hacemos las cosas.
Nos llenamos de tareas, responsabilidades y preocupaciones que no siempre son necesarias. Séneca señalaba que una mente equilibrada es aquella que puede estar en paz consigo misma sin estar preocupada por demasiadas cosas a la vez.
Aprender a simplificar y reducir las distracciones nos ayuda a mantener la calma. Steve Jobs también practicaba esta premisa y consideraba que la simplicidad es el único camino para lograr el éxito.
Otra lección de Séneca que nos cuentan los autores del libro es que nada en la vida es permanente. Las pérdidas, los cambios y las dificultades son inevitables, pero no deben ser motivo de angustia constante. En su reflexión sobre las pérdidas, Séneca señala que nunca perdemos lo que realmente es nuestro, es decir, nuestras virtudes y capacidades internas. Las posesiones materiales y las relaciones pueden perderse, pero lo que llevamos dentro es lo que realmente perdura y es lo que tenemos que trabajar. Y es que este filósofo estoico no olvidaba que ‘todo pasará’. Al mantener esta perspectiva optimista y recordar que las dificultades son temporales, reducimos el impacto emocional que tienen en nuestra mente. Esta también era una forma de ver los problemas para Steve Jobs, que siempre recordaba que se debía tener una actitud optimista en la vida.
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La técnica de Steve Jobs que recomendaban los estoicos
Pero si hay una práctica que tanto Séneca como Steve Jobs compartían y practicaban a diario para recuperar la calma en un momento de estrés o mejorar la toma de decisiones era la de caminar.
Para los estoicos, caminar no solo es un ejercicio físico, sino una oportunidad para la introspección y la meditación.
Durante esas caminatas, los antiguos filósofos reflexionaban sobre la vida, la naturaleza y sus pensamientos, y encontraban en el movimiento un espacio para aclarar sus ideas y reducir la ansiedad.
Steve Jobs adoptó esta misma práctica y solía realizar reuniones importantes caminando, convencido de que el simple hecho de moverse al aire libre ayudaba a liberar el estrés, aclarar la mente y fomentar la creatividad. Las caminatas reflexivas se convirtieron en una de sus principales estrategias para resolver problemas y tomar decisiones clave. De hecho, cuando tenía dificultades para encontrar la solución a un problema o tenía una crisis de creatividad, salía a caminar. Este sencillo ejercicio le ayudaba a despejar su mente, ver cualquier situación con perspectiva y tomar mejores decisiones. También de proteger la salud.
Y es que caminar es, realmente, un ejercicio recomendado por todos los expertos. La Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, de hecho, ha recopilado un listado de los 5 beneficios más importantes de caminar.
- Contrarresta los efectos de los genes que favorecen el aumento de peso. Investigadores de Harvard estudiaron 32 genes relacionados con la obesidad en más de 12,000 personas para determinar cuánto contribuyen estos genes al peso corporal. Entre los participantes que caminaron a paso ligero durante aproximadamente una hora al día, los efectos de esos genes se redujeron a la mitad.
- Ayuda a controlar el antojo por los dulces. Un par de estudios de la Universidad de Exeter descubrieron que una caminata de 15 minutos puede reducir los antojos de chocolate e incluso disminuir la cantidad de chocolate que se consume en situaciones de estrés. Además, la investigación más reciente confirma que caminar puede reducir los antojos y el consumo de una variedad de snacks azucarados.
- Reduce el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Los investigadores ya saben que cualquier tipo de actividad física reduce el riesgo de cáncer de mama. Sin embargo, un estudio de la Sociedad Americana contra el Cáncer que se centró en caminar encontró que las mujeres que caminaron siete o más horas a la semana tenían un 14% menos de riesgo de cáncer de mama que aquellas que caminaron tres horas o menos por semana. Además, caminar proporcionó esta protección incluso para las mujeres con factores de riesgo de cáncer de mama, como tener sobrepeso o usar hormonas suplementarias.
- Alivia el dolor en las articulaciones. Varios estudios han encontrado que caminar reduce el dolor relacionado con la artritis, y que caminar entre cinco y seis millas por semana puede incluso prevenir la aparición de artritis. Caminar protege las articulaciones, especialmente las rodillas y las caderas, que son las más susceptibles a la osteoartritis, lubricándolas y fortaleciendo los músculos que las sostienen.
- Mejora la función inmunológica. Caminar puede ayudar a protegerte durante la temporada de resfriados y gripe. Un estudio de más de 1,000 hombres y mujeres encontró que aquellos que caminaron al menos 20 minutos al día, al menos cinco días a la semana, tuvieron un 43% menos de días de enfermedad que aquellos que hacían ejercicio una vez a la semana o menos. Y si llegaban a enfermarse, la duración era más corta y los síntomas más leves.
Todo esto lo hace por tu cuerpo pero, ¿qué beneficios aporta caminar a tu mente y, por ello, Steve Jobs no dejaba de ponerlo en práctica?
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Por qué caminar es la técnica más útil para recuperar la calma
Caminar beneficia enormemente al cerebro al mejorar la memoria, la creatividad y la salud mental. Incrementa el flujo sanguíneo, lo que fortalece las conexiones neuronales y previene el deterioro cognitivo. También reduce el estrés al liberar endorfinas y bajar los niveles de cortisol, además de ayudar a combatir la ansiedad y la depresión. Pero si se hace en entornos naturales, como recomendaba Steve Jobs, los beneficios son mayores.
“La naturaleza proporciona un ambiente de bajo esfuerzo mental, lo que permite a nuestras mentes recuperarse de la fatiga mental a la que se expone en el día a día. Esta exposición desencadena la liberación de neurotransmisores esenciales, como la serotonina y la dopamina. Estos neurotransmisores están asociados con la regulación del estado de ánimo, la sensación de bienestar y la reducción de la ansiedad, explica Carla Álvarez Llaneza, psicóloga de bluaU de Sanitas. Estos son los beneficios que destaca**.
- Reducción del estrés: la exposición a entornos naturales permite que el cuerpo reduzca la producción de cortisol, la hormona del estrés. La sensación de paz y tranquilidad que se experimenta también ayuda a reducir la ansiedad, lo que tiene un efecto calmante en la mente.
- Mejora del estado de ánimo: el contacto con los espacios verdes está relacionado con un aumento de la serotonina, un neurotransmisor vinculado al bienestar y el estado de ánimo positivo. Esto contribuye a experimentar una sensación general de felicidad y satisfacción, lo que puede ayudar a aliviar los síntomas de depresión.
- Aumento de la creatividad: en la naturaleza se gana tiempo para pensar y reflexionar. La mente puede relajarse y renovarse, lo que facilita la generación de ideas creativas.
- Conexión social: los espacios verdes también fomentan la interacción social, ya que muchas personas disfrutan de actividades al aire libre en grupo. Esto promueve un sentido de pertenencia, apoyo emocional y fortalecimiento de las relaciones sociales, lo que es crucial para la salud mental.
“Pasar tiempo al aire libre, cuidar de nuestros espacios verdes y promover su acceso para todos es una inversión en la salud mental de las generaciones presentes y futuras”, concluye Carla Álvarez Llaneza**.
¡Este post me llegó en el momento perfecto! Siempre he admirado la capacidad de mantener la calma en situaciones de presión, y la idea de aprender de los estoicos y Steve Jobs para tomar decisiones acertadas suena genial. Creo que todos podríamos beneficiarnos de estas lecciones en nuestro día a día, especialmente en un mundo tan acelerado como el actual. Gracias por compartir estos consejos, definitivamente los pondré en práctica. ¡Saludos! 🙌🏼