Soluciones innovadoras para enfrentar la problemática del estrés hídrico.

En un contexto de cambio climático y estrés hídrico, la región mediterránea se postula como uno de los epicentros donde los impactos serán más palpables. Según datos de expertos como Leonor Rodríguez de UPMwater, se espera un aumento significativo de la temperatura máxima en la región, con proyecciones que indican una disminución en las precipitaciones medias y un incremento de eventos extremos como sequías e inundaciones. Esta situación plantea un escenario de menor disponibilidad de agua, lo que desencadenará no solo problemas de abastecimiento, sino también la competencia por este recurso escaso.

Por su parte, Manel Poch de LEQUIA destaca la complejidad de la situación, indicando que los cambios en la disponibilidad de agua no solo se reflejarán en la cantidad total, sino también en su distribución, con posibles impactos en diferentes microclimas. En este sentido, el cambio en el estilo de vida podría ser crucial para afrontar los desafíos que se avecinan.

En el caso de España, Manuel Pulido de IIAMA alerta sobre la vulnerabilidad del país debido a su geografía y características socioeconómicas, con aproximadamente un tercio del territorio en zonas áridas o semiáridas. Ante estos desafíos, Pulido destaca la necesidad de estudiar soluciones y medidas de adaptación en sectores productivos como la agricultura e industria, así como en el ámbito ambiental y social.

Por otro lado, Annelies Broekman de CREAF señala el impacto del cambio climático en la demanda de agua, generando una mayor presión sobre un recurso que se ve disminuido por los cambios en los patrones de lluvia. La degradación de espacios naturales y la contaminación agravan aún más la situación, provocando una escasez creciente que pone en riesgo los abastecimientos en diversas regiones.

En cuanto al impacto del aumento del estrés hídrico en la Península Ibérica, expertos como Leonor Rodríguez de UPMwater advierten sobre una reducción significativa de los recursos hídricos disponibles en muchas cuencas, con una disminución en los caudales anuales y una calidad del agua en deterioro. Esta situación plantea desafíos importantes en la gestión del recurso y en la competencia entre los distintos usuarios.

Manel Poch de LEQUIA destaca la heterogeneidad climática de la Península Ibérica, con diferencias entre la zona atlántica y mediterránea que podrían acentuarse en el futuro. Ante esta realidad, Poch señala la importancia de una política hidráulica global que aborde de manera efectiva los retos que plantea el cambio climático en la disponibilidad de agua.

En este contexto, Manuel Pulido de IIAMA destaca el impacto del cambio climático en la oferta y demanda de agua, con episodios extremos como sequías e inundaciones que incrementan el estrés hídrico y los conflictos por la gestión del recurso. Por su parte, Annelies Broekman de CREAF ejemplifica cómo la sequía está afectando a la fauna y flora, poniendo en peligro ecosistemas completos y la disponibilidad de agua potable en algunas regiones.

En cuanto a las posibles soluciones, Leonor Rodríguez de UPMwater aboga por una buena planificación y gestión de los recursos hídricos, incorporando tecnologías y modelos predictivos para satisfacer las demandas de los diferentes usuarios. Por su parte, expertos como Manel Poch de LEQUIA apuestan por soluciones integrales que combinen actuaciones sobre la oferta y demanda de agua, incorporando conceptos como la economía circular y la digitalización.

Manuel Pulido de IIAMA destaca la importancia de la investigación y la innovación para hacer frente al cambio climático, proponiendo soluciones basadas en la gestión conjunta de aguas superficiales y subterráneas, así como en el desarrollo de prácticas sostenibles en sectores clave como la agricultura. Por último, Annelies Broekman de CREAF llama a la acción inmediata, proponiendo medidas como la reutilización y desalinización del agua, así como la necesidad de replantear modelos de desarrollo agrícola e industrial para construir una resiliencia a largo plazo frente a los desafíos del estrés hídrico y el cambio climático.