Suprema Corte de EE.UU. rechaza revivir ley de consentimiento parental para abortos en menores en Montana
En una decisión que refuerza el acceso al aborto en Montana, la Suprema Corte de Estados Unidos anunció este jueves que no revisará un caso que buscaba reactivar una ley estatal que exigía el consentimiento de los padres para que menores de edad pudieran interrumpir su embarazo. La negativa del alto tribunal mantiene vigente un fallo previo que bloqueó la normativa, considerada inconstitucional por violar derechos reproductivos protegidos en el estado.
Montana es uno de los pocos territorios donde el derecho al aborto está resguardado explícitamente en su constitución, tras una enmienda aprobada por votación popular en 1999. La ley impugnada, aprobada en 2013 pero nunca implementada debido a disputas legales, obligaba a las menores a obtener autorización paterna o judicial antes de someterse al procedimiento. Grupos de defensa de derechos reproductivos argumentaron que la normativa ponía en riesgo a jóvenes en situaciones de violencia intrafamiliar o contextos vulnerables.

El caso había llegado a la máxima instancia judicial después de que activistas conservadores apelaran una sentencia de 2022 de la Corte Suprema de Montana, que invalidó la ley por contravenir "el derecho a la privacidad médica". La negativa de los jueces federales a intervenir —sin comentarios adicionales, como es habitual en este tipo de resoluciones— cierra una batalla legal de una década y consolida el precedente local.
Expertos legales señalan que, aunque el fallo no establece un estándar nacional, refuerza la autonomía de los estados con protecciones constitucionales al aborto, especialmente tras la derogación de Roe v. Wade en 2022. "Montana sigue siendo un ejemplo de cómo las garantías locales pueden resistir presiones nacionales", explicó una analista consultada.
Organizaciones antiaborto, por su parte, calificaron la decisión como "una derrota para las familias" y adelantaron que continuarán promoviendo iniciativas legislativas. Mientras, clínicas y colectivos feministas celebraron el resultado, subrayando que la medida evitaba "barreras peligrosas" para adolescentes sin redes de apoyo.
El debate sobre el consentimiento parental sigue abierto en otros estados, pero Montana reafirma, por ahora, su posición como un territorio donde la voluntad de la persona gestante prevalece sobre requisitos adicionales. La atención ahora se centra en cómo evolucionarán estrategias legales similares en contextos donde el aborto enfrenta mayores restricciones.

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