Trump busca posicionar al GOP como líder en fertilización in vitro.

Desde Chicago, el candidato presidencial republicano, Donald Trump, ha sorprendido con su propuesta de promover la fertilización in vitro al obligar a las compañías de seguros de salud o al gobierno federal a pagar por estos tratamientos. Sin embargo, esta iniciativa choca con las acciones de gran parte de su propio partido.

Incluso antes de presentar su propuesta de cobertura, Trump había estado promoviendo la idea de que el Partido Republicano es un «líder» en fertilización in vitro. Esta caracterización es rechazada por los demócratas, quienes ven este costoso tratamiento de fertilidad como otra dimensión de los derechos reproductivos amenazados por los republicanos y una posible segunda presidencia de Trump.

Expertos como Katie Watson, profesora de ética médica en la Escuela de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern, señalan que los republicanos no son líderes en fertilización in vitro, ya que han planteado amenazas hacia este tratamiento. Parece que los republicanos están intentando rectificar el daño político que resultó de sus propias decisiones.

La propuesta de Trump, anunciada sin detalles específicos, ilustra cómo los derechos reproductivos se han vuelto centrales en la carrera presidencial de este año. La postura moderada del expresidente en este asunto choca con su histórico de alardear sobre la designación de tres jueces de la Corte Suprema que contribuyeron a revertir el derecho constitucional al aborto.

A pesar de los intentos del Partido Republicano de crear una narrativa nacional receptiva a la fertilización in vitro, muchos republicanos se enfrentan a la tensión innata entre apoyar el procedimiento y respaldar leyes de su propio partido que otorgan personería legal no solo a los fetos, sino también a los embriones destruidos en el proceso de fertilización in vitro.

Los esfuerzos de mensaje también han sido socavados por legisladores estatales, tribunales dominados por republicanos y líderes antiaborto dentro de las filas del partido, así como la oposición a intentos legislativos para proteger el acceso a la fertilización in vitro.

En resumen, la propuesta de Trump sobre la cobertura de la fertilización in vitro pone de manifiesto las complejas dinámicas políticas y éticas que rodean este tratamiento de fertilidad en medio de un escenario electoral altamente polarizado en Estados Unidos.