Volkswagen busca competir con Toyota en vehículos eléctricos con inversión millonaria

La emblemática marca Volkswagen se encuentra en medio de una profunda crisis, enfrentando desafíos significativos relacionados con sus vehículos eléctricos. Con una inversión de 60 mil millones de euros, la empresa alemana se embarcó en lo que se podría describir como un «proyecto faraónico». Sin embargo, la mala planificación y una caída inesperada en la demanda de coches eléctricos la han llevado a repensar su estrategia.

El anuncio de que Volkswagen planea convertirse en una marca totalmente eléctrica para el año 2033 ha generado revuelo en la industria automotriz. Esta decisión se produjo tras la destitución del ex director ejecutivo Herbert Diess, quien fue reemplazado por Oliver Blume. La junta directiva ejerció presión para garantizar la salida de Diess debido a las tensiones internas en la compañía.

Para adaptarse al mercado de vehículos eléctricos, Volkswagen ha tenido que revisar su plan estratégico, el cual se reveló como costoso y complicado. La empresa decidió abandonar su plataforma EV MEB y está trabajando en la implementación de la plataforma SSP, que se utilizará en sus futuros modelos de gama alta, como el Porsche Macan eléctrico y el Audi Q6 eléctrico.

Sin embargo, el camino hacia la electrificación no ha sido fácil para Volkswagen. Problemas como retrasos en los lanzamientos de los modelos, la necesidad de adquirir tecnología externa y despidos masivos de empleados han afectado significativamente la empresa. Incluso se han producido conflictos con marcas asociadas como Porsche, que han optado por seguir su propio camino en el desarrollo de vehículos eléctricos.

A pesar de los contratiempos, Volkswagen sigue invirtiendo en motores de combustión interna para mantener su competitividad en el mercado. El director financiero de la compañía, Arno Antlitz, ha afirmado que la transición hacia los vehículos eléctricos sigue siendo una prioridad, pero que la demanda actual de motores de combustión interna también debe ser atendida.

En un contexto donde la demanda de vehículos eléctricos ha experimentado altibajos y la transición hacia la electrificación plantea desafíos inesperados, Volkswagen se encuentra en una encrucijada. La incertidumbre sobre el futuro de la movilidad y la necesidad de adaptarse a las exigencias del mercado están marcando un camino lleno de obstáculos para la icónica marca alemana.