Israel estrena potente defensa láser capaz de neutralizar drones y misiles.

Durante décadas, los seres humanos han estado trabajando en el desarrollo de armas láser, buscando hacer realidad lo que una vez fue solo parte de la ciencia ficción. A lo largo de la historia, varios países han invertido en proyectos para crear pistolas láser y cañones de energía dirigida, tratando de llevar esta tecnología al campo de batalla de manera efectiva. La Unión Soviética, durante la Guerra Fría, tuvo su propio proyecto secreto de una «Pistola láser», aunque los avances tecnológicos parecían no estar listos en ese momento.

Sin embargo, en la actualidad, hemos sido testigos de la proliferación de armas láser que han dejado de ser experimentales para convertirse en una realidad utilizada en situaciones reales de combate. Ejemplos como el «langosta de luz azul» en Estados Unidos, el «cañón de zarila» en Rusia, el «fuego de Dragon» en el Reino Unido o el «Proyecto Guerra de las Galaxias» en Corea del Sur son muestras de esta evolución tecnológica en el ámbito militar.

Israel ha estado a la vanguardia en el desarrollo de armas láser, con proyectos como el «Iron Beam» que ha despertado el interés de Estados Unidos. Este sistema se suma al ya conocido «Iron Dome», un sistema de defensa aérea diseñado para interceptar cohetes, misiles y aviones, el cual ha demostrado su eficacia al bloquear el 99% de las amenazas entrantes.

Además, Israel ha explorado sistemas de destrucción de misiles y drones mediante armas láser con el concepto Iron Bean inculcado en el Iron Dome experimental. Estos avances tecnológicos han llevado a pruebas exitosas en el campo, demostrando la capacidad de derribar drones, cohetes y otros objetivos militares de manera efectiva.

El desarrollo de armas láser plantea desafíos en cuanto a la logística y el costo asociado. A diferencia de los misiles tradicionales, recargar un lanzamisiles es más complicado y costoso en comparación con las armas láser, que pueden tener un costo significativamente menor por disparo. Esta diferencia de costo se vuelve relevante en conflictos como los que tienen lugar en Oriente Medio, donde cada decisión financiera puede ser crucial.

A pesar de las ventajas que presentan las armas láser en términos de precisión y costo, también surgen preocupaciones sobre posibles daños colaterales y la necesidad de garantizar el suministro de energía y el mantenimiento adecuado de estos sistemas. La evolución tecnológica en este campo avanza rápidamente, y se espera que el desarrollo de armas láser continúe siendo un tema relevante en el ámbito militar a nivel global.