Redacción - El Semanal
El Reino Unido ha sido sacudido por una ola de disturbios en los últimos días, con manifestaciones que provocaron violencia y caos en las calles de varias ciudades británicas. Estos disturbios, impulsados por activistas de extrema derecha y desinformación sobre un ataque con cuchillo que acabó con la vida de tres niñas, han sido condenados por el rey Carlos III.
En declaraciones realizadas el viernes, el Palacio de Buckingham informó que el rey Carlos III ha mantenido conversaciones telefónicas con el Primer Ministro del Reino Unido, Keir Starmer, y con autoridades de aplicación de la ley, a quienes agradeció profundamente por sus esfuerzos para restablecer el orden y ayudar a los afectados por la violencia.
El monarca expresó su apoyo a las fuerzas del orden y a los trabajadores de emergencia, destacando la importancia de la solidaridad y la resiliencia de la comunidad frente a la agresión y la criminalidad de unos pocos. Se espera que los valores de respeto mutuo y comprensión sigan fortaleciendo y uniendo a la nación británica.
La policía británica continúa en alerta ante posibles nuevos brotes de violencia, luego de enfrentamientos durante más de una semana donde multitudes con consignas antiinmigrantes e islamófobas atacaron mezquitas, saquearon tiendas y chocaron con la policía. El gobierno describió la violencia como «matonismo de extrema derecha» y desplegó 6.000 agentes de policía especialmente entrenados para sofocar los disturbios.
Los disturbios estuvieron alimentados por activistas de extrema derecha que utilizaron las redes sociales para difundir desinformación sobre el ataque con cuchillo del 29 de julio, en el cual tres niñas de entre 6 y 9 años perdieron la vida durante un evento de baile con temática de Taylor Swift en la localidad costera de Southport.
A pesar de la incertidumbre y la tensión, la violencia ha disminuido en gran medida desde el miércoles por la noche, cuando manifestaciones esperadas de extrema derecha no se materializaron tras la llegada de miles de manifestantes pacíficos a lo largo del Reino Unido para mostrar su apoyo a inmigrantes y solicitantes de asilo.
Se han realizado detenciones, incluida la de un sospechoso de 17 años. Rumores infundados circularon rápidamente en las redes sociales, alegando que el sospechoso era un solicitante de asilo o un inmigrante musulmán, información que fue desmentida más tarde.
Las autoridades han arrestado a 741 personas en relación con la violencia, y 304 de ellas han sido acusadas de delitos. Los tribunales de todo el país ya han comenzado a juzgar los casos de los acusados en relación con los disturbios, con algunas sentencias de tres años de prisión.
El Primer Ministro Starmer ha enfatizado que la policía seguirá en alerta máxima durante este fin de semana, que marca el comienzo de la temporada de fútbol profesional. Las autoridades han estado investigando si existe algún vínculo entre los alborotadores y grupos de «hooligans» conocidos por incitar a la violencia en los partidos de fútbol.
Starmer confía en que la «rápida justicia que se ha impartido en nuestros tribunales» desalentará a los alborotadores de regresar a las calles este fin de semana.
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