Innovador sistema de amoníaco recupera energía para calefacción en la ciudad.

En la moderna ciudad de Odense, Dinamarca, una innovadora iniciativa está revolucionando la manera en que se aprovechan los recursos energéticos. Una gran bomba de calor de amoníaco ha sido instalada en una planta de tratamiento de aguas residuales, con el objetivo de suministrar agua depurada y, al mismo tiempo, recuperar energía para la calefacción urbana local.

Las bombas de calor son una tecnología cada vez más utilizada como alternativa ecológica y competitiva a las fuentes de energía tradicionales. En este caso específico, la bomba de calor aprovecha el calor de las aguas residuales tratadas, que de otro modo se desperdiciaría, para alimentar el sistema de calefacción urbana de la ciudad. Esta sinergia entre sectores demuestra cómo la eficiencia energética y la sostenibilidad pueden ir de la mano.

El proceso de la bomba de calor de amoníaco comienza con el enfriamiento de las aguas residuales tratadas, utilizando el amoníaco como refrigerante. Este proceso de enfriamiento se produce a través de un intercambiador de calor, donde el calor se transfiere al circuito de amoníaco, permitiendo su evaporación. Posteriormente, la energía se suministra a alta temperatura a la red de distribución de calefacción urbana.

Las bombas de calor instaladas en la planta de tratamiento de aguas residuales de Ejby Mølle son altamente eficientes, produciendo aproximadamente 4 unidades de energía de calefacción urbana por cada unidad de energía eléctrica consumida. Se espera que estas bombas de calor puedan cubrir el consumo anual de calor de al menos 5.000 hogares, contribuyendo así a reducir las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero en 128.000 toneladas equivalentes de CO2 en un período de 20 años.

El suministro de los intercambiadores de calor para estas bombas de calor de amoníaco ha sido realizado por Alfa Laval, una reconocida empresa en el sector. Estos intercambiadores de calor juegan un papel fundamental en el funcionamiento eficiente de las bombas de calor, actuando como evaporadores, condensadores y enfriadores de aceite.

En resumen, la implementación de esta bomba de calor de amoníaco en la planta de tratamiento de aguas residuales de Odense es un ejemplo inspirador de cómo la innovación y la colaboración entre diferentes sectores pueden generar soluciones sostenibles y beneficiosas para la comunidad. Esta iniciativa no solo aprovecha de manera inteligente los recursos disponibles, sino que también contribuye a la lucha contra el cambio climático y promueve un futuro más sostenible para todos.

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Escrito por Redacción - El Semanal

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