JD Vance abraza teorías de conspiración, contradiciendo su opinión anterior.

JD Vance abraza teorías conspirativas, algo que una vez calificó de idiota

El senador de Ohio y candidato a la vicepresidencia por el Partido Republicano, JD Vance, ha generado controversia al adoptar teorías conspirativas que previamente había desestimado como imaginaciones febriles de «lunáticos marginales escribiendo sobre todo tipo de idioteces».

En años recientes, Vance ha afirmado que el gobierno federal permitió deliberadamente la entrada de fentanilo en Estados Unidos para eliminar a los votantes conservadores y rurales. También ha elogiado a Alex Jones, conocido teórico de la conspiración que afirmó que la muerte de 20 niños en el tiroteo de la escuela Sandy Hook en 2012 fue un montaje.

Además, ha respaldado, en contra de toda evidencia, la afirmación del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, de que las elecciones de 2020 fueron ganadas injustamente por los demócratas y de que los acusados en la posterior insurrección en el Capitolio son «presos políticos». Más recientemente, ha dado credibilidad a la idea desacreditada de que los inmigrantes haitianos estaban secuestrando y devorando mascotas en Ohio.

Expertos republicanos de larga trayectoria y académicos indican que la evolución de Vance en las teorías conspirativas se puede atribuir al deseo del político de Ohio de avanzar en el Partido Republicano de Trump. El expresidente ha sido conocido por difundir afirmaciones infundadas, como mentir sobre el lugar de nacimiento del expresidente Barack Obama y afirmar que los molinos de viento causan cáncer. Asimismo, ha enfatizado repetidamente que las elecciones no pueden ser confiables.

La reinvención de Vance ha llamado la atención de Joseph Uscinski, profesor de la Universidad de Miami y experto en la historia de las teorías conspirativas, quien mencionó que este cambio ha sido posible gracias a la influencia de Trump en el Partido Republicano.

Negar las teorías conspirativas no es una receta para el éxito electoral, como lo demuestran los casos de Mike Pence y Liz Cheney. Pence, ex vicepresidente de Trump, se negó a participar en el intento de revertir las elecciones de 2020, lo que llevó al fracaso de su candidatura en las primarias presidenciales del GOP en 2024. Por su parte, la excongresista Cheney fue atacada por Trump y sus aliados después de liderar la investigación de la Cámara sobre su papel en la insurrección, perdiendo su cargo y su escaño en el Congreso.

Vance ha insinuado recientemente que está dispuesto a compartir afirmaciones infundadas si ello llama la atención sobre un tema en particular. En una entrevista, mencionó que si tiene que inventar historias para que los medios presten atención al sufrimiento del pueblo estadounidense, lo hará sin dudarlo.

El caso de Vance, quien saltó a la fama con su libro superventas «Hillbilly Elegy» en 2016, evidencia un cambio significativo en su postura hacia las teorías conspirativas desde sus declaraciones previas sobre las mismas.

En resumen, el viraje de JD Vance desde un intelectual hasta un promotor de teorías conspirativas ha generado debates sobre su papel en el panorama político actual y las posibles implicaciones de abrazar ideas sin fundamentos.