El mundo del béisbol se despide de una leyenda caída, Pete Rose, quien falleció a los 83 años en Nevada. Rose, recordado por ser el líder histórico en hits de la MLB, vio su carrera empañada por su pasión por las apuestas, que tuvieron un impacto devastador en sus logros y en su sueño de ingresar al Salón de la Fama.
Rose, conocido como «Charlie Hustle» durante su trayectoria con los Rojos de Cincinnati en las décadas de 1960 y 1970, era admirado por su intensidad en el campo y su dedicación al juego. A pesar de su exclusión de la MLB en 1989 debido a sus actividades de apuestas, se le recuerda como uno de los competidores más feroces que haya pisado un diamante de béisbol.
A lo largo de sus 24 temporadas en las Grandes Ligas, Rose dejó una huella imborrable al acumular un récord de 4,256 hits, superando la marca de Ty Cobb de 4,191. Su disciplina y longevidad en el deporte lo llevaron a alcanzar hitos extraordinarios, como lograr más de 200 hits en diez temporadas y liderar la liga en hits en siete ocasiones.
A pesar de su grandeza como jugador, las sombras de las apuestas lo persiguieron y le impidieron acceder al Salón de la Fama del Béisbol en vida. Aunque en sus últimos años reconoció públicamente su participación en apuestas deportivas, incluidos juegos de los Rojos, su legado quedó marcado por la controversia y la prohibición de por vida impuesta por las Grandes Ligas.
La muerte de Pete Rose ha generado una profunda tristeza en la comunidad del béisbol, con reacciones de figuras destacadas como Johnny Bench, Mike Schmidt y Wade Boggs, quienes lamentan la pérdida de un ícono del deporte. A pesar de sus errores y controversias, el legado de Pete Rose perdurará en la historia del béisbol como uno de los jugadores más destacados y emblemáticos de todos los tiempos.
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