Durante una semana completa, el gobierno ha sido incapaz de presentar su propio negocio ante la Cámara de los Comunes, y los Conservadores han afirmado que esto se debe a la «corrupción» de los Liberales.
El líder de la Cámara de los Comunes Conservador, Andrew Scheer, ha manifestado que el partido gobernante prefiere que la Cámara se vea atrapada en debates en lugar de presentar documentos relacionados con el malgasto de dinero del gobierno en un programa que su partido ha denominado el «fondo verde».
El portavoz de la Cámara de los Comunes, Greg Fergus, dictaminó la semana pasada que el gobierno «claramente no cumplió completamente» con una orden de la Cámara para proporcionar documentos relacionados con una fundación ahora extinta responsable de distribuir cientos de millones de dólares federales en proyectos de tecnología verde. Desde entonces, la Cámara ha estado inmersa en un debate sobre el tema, y Scheer afirmó que permanecerá así hasta que el gobierno se comprometa a entregar los documentos a la policía.
En una entrevista realizada el jueves, Scheer afirmó: «Están dispuestos a paralizar el Parlamento en lugar de entregar esta información a la RCMP para una posible investigación criminal». Aunque la RCMP les informó a los diputados este verano que probablemente no podrían utilizar los documentos como parte de una investigación, Scheer afirmó que deberían tener acceso a toda la información antes de decidir.
Por su parte, los Liberales han afirmado que ordenar la producción de documentos para entregárselos a la RCMP difumina las líneas entre el Parlamento y el poder judicial, culpando a los Conservadores por la disfunción en la Cámara.
La líder del Partido Liberal en la Cámara de los Comunes, Karina Gould, calificó la solicitud de los documentos como un abuso del poder del Parlamento que pisotea los derechos del Carta de los Canadienses. Enfatizó que «esto no es más que los Conservadores intentando entorpecer al Parlamento».
Desde que los diputados regresaron a Ottawa a mediados de septiembre, la Cámara ha estado en un estado de casi constante agitación. Los Conservadores han intentado derrocar al gobierno minoritario en dos ocasiones con mociones de no confianza. Aunque ambos intentos no lograron el apoyo de otros partidos de la oposición, los Conservadores prometen que habrá más votos de este tipo en el futuro.
A pesar de esta disputa, la Cámara ha seguido adelante con algunas votaciones, como una moción del Bloc Québécois para que el gobierno apoye su proyecto de ley de pensiones para personas mayores de 75 años, un cambio que costaría más de $3 mil millones al año. A pesar de las críticas de los Conservadores, respaldaron el proyecto de ley.
Además de estas tensiones, los Conservadores han solicitado al comisionado de lobbying de Canadá que investigue si viola las reglas éticas que el primer ministro designe a Mark Carney como asesor Liberal. Carney, exgobernador del Banco de Canadá, ha sido nombrado presidente de un grupo de trabajo sobre crecimiento económico. Los Conservadores argumentan que sus roles corporativos pueden implicar conflictos de interés.
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