En las profundidades de la tierra, la torre de piedra que dio nombre a Chimney Rock Village, en Carolina del Norte, se formó durante casi medio billón de años, calentada y levantada desde lo más profundo de la tierra, para luego ser esculpida y erosionada por el viento y el agua. Sin embargo, en cuestión de minutos, la naturaleza deshizo la mayor parte de lo que les ha llevado a los humanos construir un siglo y un cuarto en este pintoresco pueblo de montaña.
Ubicado a casi 400 millas (644 kilómetros) de donde el huracán Helene tocó tierra el 26 de septiembre a lo largo de la costa de Florida, el pequeño pueblo de alrededor de 140 habitantes en las orillas del río Broad ha sido prácticamente borrado del mapa. Los edificios a lo largo de la calle principal están llenos de marrón rojizo y algunos restaurantes y tiendas de regalos con balcones frente al río ahora cuelgan ominosamente en el aire.
Según informes, un total de ocho horas después de que Helene tocara tierra en Florida, el bombero voluntario de Chimney Rock, John Payne, observó cómo el agua comenzaba a fluir sobre la carretera principal hacia el pueblo. La llegada del huracán y las consecuencias subsecuentes tomaron a los habitantes por sorpresa, causando una destrucción impensable en esta comunidad.
A pesar de la devastación, la determinación y el espíritu de recuperación son evidentes en Chimney Rock Village. Los residentes locales, muchos de los cuales son originarios de otros lugares, han demostrado una vez más su resiliencia ante la tragedia. Desde la colaboración de los bomberos locales hasta la ayuda de los miembros del departamento de bomberos de la ciudad de Nueva York, se ha visto solidaridad y esperanza durante estos momentos difíciles.
A medida que Chimney Rock Village comienza el proceso de recuperación y reconstrucción, el largo camino por delante presenta desafíos significativos. Sin embargo, la determinación de los habitantes, la rica historia de hospitalidad y espíritu empresarial de la comunidad, así como la belleza natural de la región, han sido los pilares de esperanza en medio de la adversidad.
A pesar de los obstáculos, la pequeña ciudad se aferra a la esperanza de un futuro renovado. El alcalde Peter O’Leary destaca que es ese espíritu colectivo el que llevará de nuevo a Chimney Rock Village a su esplendor. A través de las dificultades y la pérdida, la comunidad demuestra su resiliencia y unidad en la reconstrucción de un lugar tan amado y único como lo es este rincón de Carolina del Norte.
En medio de la devastación, las palabras «Chimney Rock Strong» pintadas en un gran cartel de Sasquatch, junto con la icónica bandera estadounidense ondeando en la cima de la montaña, simbolizan la fuerza y determinación de una comunidad decidida a superar cualquier desafío que se le presente. A medida que el pueblo se enfrenta a la reconstrucción y la recuperación tras la tragedia, la esperanza y la solidaridad brillan como faros de luz en medio de la oscuridad.
¡QUÉ TRISTEZA leer sobre la devastación en Carolina del Norte por el huracán! 😢 Ojalá todos estén a salvo y reciban la ayuda necesaria pronto. ¡Fuerza para esa comunidad! 💪