Redacción - El Semanal
En Renania del Norte-Westfalia, el estado más poblado de Alemania, la policía ha desentrañado una trama inusual con un toque de comedia. Las autoridades lograron desmantelar bandas dedicadas al tráfico de drogas y capturar peligrosos criminales, todo gracias a una pista inesperada: la pizza.
La historia comienza con una inspección de rutina en una pizzería de Dusseldorf, donde los funcionarios descubrieron algo más que los ingredientes habituales en la cocina italiana. En la Pizza No. 40 del menú, los agentes encontraron algo inusual: cocaína. Este descubrimiento llevó a una investigación más profunda por parte de la policía, revelando una red de tráfico de drogas que operaba en las zonas de copas de la ciudad.
El propietario del restaurante, un croata de 36 años sin antecedentes penales previos, fue arrestado tras intentar deshacerse de pruebas arrojando drogas desde su ventana, solo para caer en manos de las autoridades. La incautación resultó en el decomiso de 1.6 kilogramos de cocaína, 400 gramos de cannabis, y una cantidad considerable de dinero en efectivo.
Pero la historia no terminó ahí. Sorprendentemente, el arrestado decidió regresar al restaurante dos días después de ser liberado para promocionar nuevamente la famosa Pizza No. 40, esta vez con un toque de cocaína. Esta acción permitió a la policía ir más allá y desmantelar toda una red de tráfico de drogas, que involucraba a varias personas, incluido un experto en artes marciales de 22 años conocido por su violencia y falta de escrúpulos.
El grupo delictivo, acusado de comprar grandes cantidades de cocaína y cannabis, cultivar drogas en propiedades privadas y vender a otros traficantes, enfrenta graves cargos penales. El experto ruso en artes marciales mixtas podría enfrentar hasta 15 años de prisión por sus múltiples delitos.
Esta historia surrealista demuestra cómo una inspección aparentemente rutinaria en una pizzería llevó al descubrimiento de una red criminal, desencadenando una operación policial a gran escala que resultó en múltiples arrestos y el desmantelamiento de una peligrosa organización delictiva. La pizza, más allá de ser un plato culinario tradicional, se convirtió en el inesperado epicentro de una operación policial de gran envergadura en Renania del Norte-Westfalia.
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